Luego de la presentación del operativo de seguridad denominado “Plan Bandera”, agentes de Gendarmería nacional comenzaron a recorrer este lunes por la tarde distintas calles de barrio Los Pumitas, la zona de Empalme Graneros donde sicarios mataron a balazos al chico Máximo Jerez en marzo pasado.

Los uniformados recorrieron algunas zonas y además hicieron controles vehiculares sorpresivos.

La ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich se hizo presente en el lugar para supervisar las tareas, pero también para conversar con el papá y la abuela de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado el 5 de marzo de este año, y que desató una pueblada de furia y hartazgo.

Después de aquellos violentos episodios, Nación –con las anteriores autoridades de Seguridad– había ordenado también una intervención de fuerzas federales.

Bullrich llegó este lunes a Rosario para poner en marcha el Plan Bandera, el nombre designado para nombrar un conjunto de medidas dispuestas por la provincia y Nación para la prevención y el combate del delito organizado.

Si bien no dio el número de efectivos de fuerzas federales que trabajarán en Rosario y la región, anticipó que llegarán agentes del grupo motorizado “Linces” de Gendarmería Nacional, y que pondrá en marcha un programa de detección de correos privados y encomiendas para interceptar drogas.

También anunció un programa de “reducción de armas”, que desde hace tiempo no se lleva adelante con energía.

Entre otras medidas, anunció el regreso de la inteligencia criminal, abandonada desde hace tiempo en la región. “Vamos a tener un grupo elite de investigadores de las cuatro fuerzas federales” para llevar a cabo pesquisas de “calidad”, indicó Bullrich.

Entre otras medidas, señaló la decisión de poner en marcha un programa de denuncias anónimas del Ministerio de Seguridad de la Nación “para trabajar en conjunto para la destrucción de los búnkeres y lugares de venta”, y políticas de control sobre precursores químicos para evitar la elaboración de drogas.