Los hospitales públicos de Rosario, sobre todo en sus guardias, se encuentran desbordados por la confluencia de dos factores: explotaron los casos de gripe y otras enfermedades respiratorias por los cambios bruscos de tiempo y la falta de profesionales para la atención, que demanda esperas de varias horas.

El móvil de Telenoche (El Tres) retrató este miércoles la situación desde el Hospital de Niños Víctor J. Vilela (Virasoro e Italia), donde gran cantidad de personas aguardaban, ya de noche, ser atendidas con niños en la vereda. En algunos momentos llegaban a ser unas cien, con sólo dos médicos en la guardia.

Una mamá que esperaba su turno con su esposo y su pequeño hijo señaló: “No lo traje antes porque sé cómo es el tema de la espera pero ahora no quedó otra porque está con fiebre. Hay que esperar, sólo sabemos que hay poco personal. Trato de no venir pero a veces no queda otra. Ya llevamos más de una hora y media”.

Otra madre contó su caso, aún más difícil: “Mi bebé sufre de neumonía y en otra ocasión esperé ocho horas. Ahora llevo cuatro. Con frío o con calor esperamos acá afuera. Ya estoy acostumbrada pero a mí nunca me dijeron que no hay médicos”.

La situación de saturación se da en otra guardia pediátrica pública como la del Hospital de Niños Zona Norte (Avenida de los Trabajadores al 1300) pero es un factor común, por estos días, en casi todos los centros de salud estatales de la ciudad y la región.

Con el éxito de la vacunación extensiva contra el covid que permitió avanzar hacia una nueva fase de la pandemia, comenzaron a reaparecer los virus respiratorios habituales, entre ellos la gripe, con muchos más casos de gripe A que la media para esta época.

“Malas condiciones de trabajo y sueldos bajos”

 

Desde el gremio Siprus, de profesionales de la salud, la secretaria general Fernanda Boriotti reconoció en El Tres es “una situación crítica” pero repasó los diferentes reclamos que mantienen los trabajadores, como la necesidad de refuerzos y o la falta de pago en tiempo y forma a monotributistas.

No conseguimos refuerzos por las condiciones de trabajo, los sueldos bajos y una precarización laboral que no se termina nunca”, advirtió, y en ese sentido subrayó también las “restricciones para monotributistas” a la hora de tomar licencias o vacaciones, que no son remuneradas.

“Ese combo hace que trabajar en la salud pública sea cuestionable y no conseguimos quien lo quiera hacer”, cerró.