Larry, un perro cachorro y juguetón estaba pasando una tarde al aire libre con su dueño y un par de amigos cuando se sumergió en el río de Wensum en Norfolk, Inglaterra y salió a la superficie con un enorme juguete sexual en su boca.
Rebecca Stott una amiga del dueño del perro compartió en Twitter cómo el juguete sexual terminó sorprendiendo a todos: "Mi perra Nelly tiene un mejor amigo canino llamado Larry. Larry tiene un dueño llamado Tom que es mi amigo. Los perros jóvenes nadan juntos en un lugar y nos traen palos a cambio de golosinas. Todo era muy idílico hasta que pasó esto...", escribió.
Muchas personas respondieron a la publicación, compartiendo sus propias historias de sus mascotas encontrando juguetes sexuales desechados, lo que llevó a una mujer a escribir: "¿Cómo es que tantos perros encuentran consoladores abandonados?. ¿Quién sale a dar un paseo por el campo y piensa, sé que llevaré mi vibrador por si hay un lugar tranquilo y estoy un poco cachonda?.
My dog Nelly has a best dog friend called Larry. Larry has an owner called Tom who is my friend. The young dogs swim together in an idyllic spot of the river Wensum every morning. They bring back sticks to us in exchange for treats. It was all very idyllic until this happened... pic.twitter.com/BDS2iR1GCZ
— Rebecca Stott (@RebeccaStott64) February 28, 2022
Los juguetes sexuales desechados son en realidad un problema real y generalmente afectan los ríos y, por lo tanto, la vida silvestre.
El experto en sexo Jess Wilde dijo en enero de 2020: "Los juguetes con partes eléctricas (cualquier vibrador, por ejemplo) deben desecharse de acuerdo con las normas WEEE (Residuos de equipos eléctricos y electrónicos). De esta manera, se descompondrá en sus componentes individuales y todo lo que pueda reciclarse lo será. El metal dentro del motor se derrite y se reutiliza, mientras que el material principal (a menudo silicona) se puede triturar para uso industrial, según publicó Daily Star.



