La Nasa concretó un histórico logro este domingo al traer a la Tierra una muestra de un peligroso asteroide bautizado como Bennu, y los científicos esperan que proporcione información única sobre el origen de la vida y la formación del sistema solar hace unos 4.500 millones de años.

La cápsula de la agencia espacial de Estados Unidos que contiene 250 gramos de restos del asteroide aterrizó a las 08.52 hora local (11.52 de la Argentina) en el desierto de Utah, siete años después del despegue de la sonda Osiris-Rex.

Es la primera vez que la agencia consigue traer a la Tierra las muestras de un asteroide. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) logró recuperar restos de asteroides en 2020, pero se trató de una cantidad mínima, no mayor que una cucharadita de polvo y rocas.

"Cuando tengamos los 250 gramos del asteroide Bennu estaremos viendo material que existía antes que estuviera nuestro planeta, incluso algunos granos podrían ser más viejos que nuestro sistema solar", explicó el profesor Dante Lauretta, investigador principal de la misión.

A su vez, planteó algunas de las preguntas en cuyas respuestas se podría trabajar a partir de estas muestras: "Estamos tratando de rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se formó la Tierra y por qué es un lugar habitable? ¿De dónde viene toda el agua de nuestros océanos? ¿De dónde viene todo el aire que existe en nuestra atmósfera? Y de manera más importante, ¿cuál es la fuente de todas las moléculas orgánicas que componen la vida en la Tierra?".

La travesía para conseguir los fragmentos de Bennu comenzó en 2016, cuando la Nasa lanzó la nave Osiris-Rex hacia el objeto de 500 metros de diámetro. Le tomó dos años llegar al cuerpo rocoso, y otros dos años más se dedicaron a cartografiarlo, antes de que el equipo de la misión pudiera identificar con confianza un lugar en la superficie de la piedra espacial en el que recoger una muestra de "tierra".

Analizar los restos será como trabajar con "cápsulas del tiempo"

Los científicos abrirán la cápsula este martes, y entre los miembros del equipo que llevarán a cabo los respectivos análisis hay entusiasmo. Se trata de la "muestra más grande que hemos recuperado desde las rocas lunares" del programa Apolo, finalizado en 1972, afirmó a la AFP la científica de la Nasa Amy Simon.

Según dijo a EFE el argentino Lucas Paganini, científico planetario de la NASA, Bennu contiene moléculas que se remontan a la formación del sistema solar hace 4.500 millones de años y podría arrojar luz sobre el origen de la vida y del propio sistema solar.

"Los asteroides son muy importantes porque son los desechos de cuando se formaron los planetas. 500 millones de años atrás. Son como cápsulas del tiempo, equivalentes a fósiles de dinosaurios que nos permiten saber qué estaba ocurriendo hace millones de años. En este caso, con nuestra misión, estamos viajando miles de millones de años atrás en el tiempo", explicó Paganini.

Existe un pequeño riesgo (0,057%) de que Bennu golpee la Tierra en 2182, lo cual sería catastrófico, según advierten los científicos que eligieron a este asteroide porque es relativamente rico en moléculas orgánicas. Además, tiene una órbita conocida, lo que facilitó que la nave nodriza Osiris-Rex pudiera acercarse para tomar muestras.

Descubierto en 1999, se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. Mide medio kilómetro de ancho, aproximadamente la altura del Empire State Building, y su superficie negra y rugosa está llena de rocas grandes.

El aporte de Brian May para la misión de la sonda Osiris-Rex

La leyenda británica del rock, guitarrista de la banda Queen y astrofísico Brian May hizo una contribución importante para este proyecto. Además de sus dotes musicales, es un experto en mapeo de imágenes estéreo.

Brian May diseño un modelo 3D con los puntos más seguros para el aterrizaje en el asteroide.

Esto implica que May tiene la habilidad de alinear dos imágenes con diferentes ángulos de un mismo objeto para dar un sentido de perspectiva, formando una escena 3D. Él y su colaboradora, Claudia Manzoni, elaboraron la lista final de los puntos más seguros de Bennu en los que se podían recoger muestras.