Ana, la madre del cocinero Sebastián “Oso” Cejas, que en septiembre de 2020 fue víctima de una banda de asaltantes que lo mató para robarle el vehículo frente a su madre, a metros del Hospital Español, pidió cadena perpetua para Leonardo Cajal, imputado como uno de los homicidas.

En diálogo con El Tres, la mujer sostuvo: "Queremos perpetua. Mi hijo tenía 38 años y un montón de ilusiones", manifestó este miércoles, durante la última jornada de alegatos.

“Pedimos perpetua sin ningún tipo de beneficios, no queremos que salga. Queremos una pena ejemplar como pasó con Fernando Báez Sosa”, indicó. “Que se queden en la cárcel para siempre no me importa la edad que tengan. Mi hijo tenía 38 años y un montón de ilusiones”, expresó.

Leonardo Cajal fue el único que llegó a juicio, ya que otro acusado, su hermano Gabriel Ortiz, fue desvinculado por falta de pruebas. Hay, además, otro joven ligado a la investigación, pero con causa en el fuero de Menores, ya que al momento del hecho era menor de 18 años. Se trata de Diego Armando L., quien según la investigación efectuó el disparo fatal.

La fiscal Gisela Paolicelli (Unidad de Homicidios Dolosos) acusa a "Leíto" Cajal (23 años) por los delitos de homicidio doblemente calificado –criminis causae– y por el concurso premeditado de dos o más personas y agravado por el concurso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad y en carácter de coautor y consumado. Por ello, solicitó la pena de prisión perpetua.

El tribunal de juicio que deb resolver está integrado por los jueces Gustavo Pérez de Urrechu, Aldo Bilbao Benítez y Gonzalo Fernández Bussy.

Teoría del caso

Según la teoría fiscal, Cajal integró el grupo de cuatro personas que el 22 de septiembre de 2020 a las 0.35, en inmediaciones de Gaboto y Sarmiento, actuó de forma conjunta y bajo el mismo plan delictivo.

La gavilla de asaltantes de villa La Lata –conocida como la “Banda de Amenabar”– iba en un Chevrolet Onix oscuro por Gaboto en dirección este-oeste, y al pasar frente al Hospital Español, los maleantes vieron un Onix blanco estacionado en doble fila, donde estaban Cejas y su madre.

Según la fiscalía, Cajal y su hermano Gabriel Ortiz (desvinculado por falta de pruebas) siguieron circulando por manzanas aledañas hasta tomar Babbini. A las 0.37, el Onix oscuro se detuvo por Babbini, a 30 metros del cruce con Gaboto. Bajaron cuatro hombres; uno de ellos se quedó al lado del auto y los demás cruzaron el pasaje hacia el oeste hasta llegar a Gaboto.

En un lapso de 30 segundos, uno de los asaltantes disparó al aire. Hubo amenazas a taxistas para que no nadie interviniera; abrieron la puerta del acompañante del Onix blanco y sacaron bruscamente a la madre del Oso y se subieron al coche.

Mientras tanto, los otros dos se dirigieron al lado izquierdo del auto, rompieron el vidrio del conductor, abrieron la puerta y uno de ellos disparó en el pecho a Cejas, mientras que otro se subió al auto en el asiento del conductor, y el restante hizo lo mismo del lado en el asiento trasero.

Luego, llegaron hasta calle Corrientes y escaparon hacia el sur, en sentido contrario de circulación.

El delincuente que se había quedado parada al lado del Onix oscuro, siguió al auto blanco y por calle Corrientes, en cambio, enfiló hacia el norte. Cejas murió minutos después por una hemorragia masiva torácica.

Dos días después, el auto del Oso fue hallado en un taller mecánico que también era utilizado para esconder vehículos, en Ituzaingó al 7300.

Además, allí encontraron una Volkswagen Saveiro, una moto Honda XR , una Yamaha FZ y Yamaha XTZ, rodados que presentaban pedido de captura. El dueño del lugar, identificado como Claudio Blanco, fue condenado a la pena de 4 años de cárcel mediante un acuerdo abreviado que firmó en febrero del 2022 por los delitos de encubrimiento agravado y tenencia de armas.

El 12 de octubre de 2020, Cajal fue arrestado en un aguantadero de Margis al 5034, a donde personal policial llegó siguiendo un grupo de que había protagonizado un raid delictivo al mando de una Renault Kangoo. Cerca, fue hallado el Onix negro utilizado en el crimen de Cejas.