Una nueva investigación llevada adelante por expertos predice que la actividad máxima de las manchas solares se dará entre enero y octubre del 2024, un año completo antes que otros pronósticos. El pico que se espera será más temprano, más fuerte y durará más que las estimaciones realizadas en 2019. 

Según un comunicado del Centro de Predicción del Clima Espacial, el ciclo solar 25 podría ser el doble de fuerte que el ciclo 24, que alcanzó su punto máximo en 2014. 

El ciclo solar es un período de aproximadamente 11 años de actividad solar impulsado por el campo magnético del sol e indicado por la frecuencia e intensidad de las manchas solares visibles en la superficie, según publicó el sitio especcializado Space.com.

Las predicciones sobre cuándo ocurrirá el máximo solar se basan en registros históricos a largo plazo de números de manchas solares, estadísticas avanzadas y modelos de la dinamo solar: el flujo de gases ionizados calientes dentro del sol que generan el campo magnético de nuestra estrella que a su vez impulsa la energía solar. "Esperamos que nuestro nuevo pronóstico experimental sea mucho más preciso que la predicción del panel de 2019", dijo el científico solar Mark Miesch. 

La predicción revisada es una buena noticia para los cazadores de eclipses, ya que el eclipse solar total del 8 de abril de 2024 ocurrirá cerca del máximo solar. Durante la totalidad, cuando la Luna oscurece completamente el disco solar, la atmósfera exterior del Sol (conocida como corona) es visible para los observadores. Durante una intensa actividad solar, la corona está muy activa y los observadores con vista de águila pueden ver prominencias solares (bucles gigantes de plasma que se extienden hacia afuera desde el sol) que aparecen como manchas de color rosa brillante en los bordes del sol. 

Las predicciones precisas de la actividad solar son cruciales, ya que las tormentas geomagnéticas provocadas por explosiones de plasma conocidas como eyecciones de masa coronal pueden afectar las redes eléctricas, las señales de GPS , sacar satélites de órbita y representar un riesgo de radiación para los trabajadores de las aerolíneas y los astronautas. La alerta avanzada de fenómenos meteorológicos espaciales puede ayudar a las industrias a implementar procedimientos de protección para reducir el riesgo tanto para sus equipos como para sus trabajadores.

Cuando el sol libera partículas energéticas y campos magnéticos durante eventos como erupciones solares y eyecciones de masa coronal, la Tierra a veces puede encontrarse dentro de la línea de fuego. Cuando esto sucede, nuestra "burbuja" magnética protectora conocida como magnetosfera repele la energía dañina lejos de la Tierra y la atrapa en zonas llamadas cinturones de radiación de Van Allen . Estos cinturones de radiación en forma de rosquilla pueden hincharse cuando aumenta la actividad del sol. 

Durante eventos climáticos espaciales particularmente fuertes, que son más comunes durante el máximo solar, el campo magnético de la Tierra se altera y las tormentas geomagnéticas pueden penetrar la magnetosfera y provocar apagones generalizados de radio y energía, además de poner en peligro a los astronautas y a los satélites en órbita terrestre. Un ejemplo notable ocurrió en 1989 cuando una CME acompañó a una erupción solar y sumió a toda la provincia de Quebec, Canadá, en un apagón eléctrico que duró alrededor de 12 horas, según la Nasa.