La típica frase “mamá, me aburro”, de los chicos, ya no es problema. Tampoco, el repetido “no te ensuciés y no toqués”, de madres y padres. En el taller de ciencia para niñas y niños “La molécula atenta” no hay espacio para el aburrimiento y la consigna es ensuciarse, mezclar cosas y meter manos en la masa para aprender desde las leyes de Newton hasta el ADN de la banana. La iniciativa nació en abril de 2021 en la localidad de Zavalla, durante las restricciones impuestas por la segunda ola del coronavirus y no para de crecer. Su mentora es Micaela Mancini, doctora en Ciencias Agrarias, licenciada en Biotecnología, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Rosario, que dialogó con Rosario3.

“«La molécula atenta» es fruto del covid porque cuando la pandemia nos mantuvo encerrados, en esa tarea difícil de madres y padres de lograr que los chicos se motiven haciendo las actividades de la escuela, empecé a hacerle experimentos a mi hija. Luego los compartí con otras mamás y al ver que la repercusión era buena, junto con otra madre muy emprendedora, Analía Aparicio Portis, nos largamos a armar el taller de ciencia, en abril de 2021, en Zavalla, localidad de algo más de seis mil habitantes, distante 22 kilómetros de Rosario”, cuenta Micaela, madre de dos niñas de 9 y 2 años.

Pero la idea se remonta varios años atrás, cuando Micaela realizaba proyectos de extensión universitaria y notó el interés de las y los estudiantes por las experiencias que su equipo llevaba a los colegios. “Cada vez que íbamos a las escuelas, los niños y niñas quedaban muy entusiasmados y emocionados con los experimentos que hacíamos, entonces cuando fui madre, empecé a aplicar un poco de eso en mi casa para ver cómo funcionaba”.

Al taller asisten más de cincuena “minicientíficos” de entre 3 y 11 años que, al decir de Micaela, “generalmente son muy preguntones, inquietos y observadores y tienen muchas ganas de aprender y experimentar”.

En ese espacio dedicado a la ciencia, hacen cosas que en sus casas no los dejan tanto, como ensuciarse y mezclar cosas. “Siempre empezamos con una pregunta relacionada con algún tema de Física, Química, Biología y hasta Química biológica, que tratamos de responder. A partir de eso vemos cómo diseñar el experimento y pensamos qué es lo que puede llegar a pasar, es decir, planteamos la hipótesis. Después hacemos la experiencia y vemos los resultados”, explica Micaela.

Las manos en la masa

 

Cada uno hace su propio experimento individual y “mete manos en la ciencia” y luego comparan los resultados. No hay un solo experimento observado por el resto. Todos son protagonistas.

Trabajan con materiales que pueden encontrar en su hogar, de manera que luego, al irse, pueden replicar la experiencia en sus casas. Cada minicientífico tiene un cuaderno de laboratorio donde queda registro de los experimentos hechos, para que, si lo desean, puedan volver a ponerlo en práctica en sus casas.

Hacen juegos para aprender y trabajar las leyes de Newton, exploran indicadores naturales como la cúrcuma para jugar a enviar mensajes secretos y extraen el ADN de la banana.

La experiencia no queda reducida al taller, ya que los cumpleañeros infantiles de la zona empezaron a solicitar la presencia de Micaela, Analía y sus experimentos como parte del festejo.

“Nuestro objetivo –explica Micaela– está inspirado en el trabajo de Melina Furman, bióloga y doctora en Educación y aspira a demostrar que aprender está bueno y también puede ser divertido. Te empodera porque te da conocimientos y herramientas y al mismo tiempo, estimula el desarrollo del pensaminto crítico. Los experimentos aportan mucho en este sentido”, afirma la investigadora.

Encuentro de niñas, niños y jóvenes en la ciencia e ingeniería

 

Del 20 al 24 de septiembre se llevará a cabo una importante actividad virtual que aglutinará a minicientíficos y miniemprendedores de distintos países.

Se trata del Segundo Encuentro de niñas, niños y jóvenes en la ciencia que estará auspiciado por la Sociedad de Química Americana, la Universidad Continental de Perú y otros grupos de divulgadores en ciencia.

En el evento virtual, expondrán sus experimentos, 32 niños y niñas de entre 6 y 10 años, de Perú, Ecuador, Colombia, México, Chile y Argentina. Los 18 que representan a Argentina, pertenecen a “La molécula atenta”, algo que enorgullece no solo al equipo coordinador, sino también a madres, padres y en especial, a los pequeños científicos, que podrán exponer sus experimentos ante una gran audiencia, por primera vez.

Para contactarse con “la molécula atenta” las y los interesados pueden buscarlos en Facebook e Instagram.