En la sesión de este jueves, el Senado de la Nación dio media sanción al proyecto por el que se crea el marco regulatorio de la cadena de producción de cannabis medicinal. La iniciativa establece pautas también para la industrialización y comercialización tanto de la planta como de las semillas y productos derivados.

Entre los fundamentos del proyecto, se destaca que uno de los objetivos de la regulación es "desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones herbarias irregulares que existe en la actualidad y terminará con la proliferación de productos que carecen de cualquier tipo de control respecto de su composición y calidad".

Además, la iniciativa promete convertir al cannabis en otro commodity de los que exporta la Argentina, tal como ocurre con los granos o la carne.

El marco regulatorio, que tuvo 56 votos a favor (entre ellos los 3 senadores santafesinos), cinco en contra y una abstención, busca "establecer un marco legal que autorice, -a través de un fuerte esquema regulatorio-, las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis, y de sus derivados, con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica".

En tanto que el segundo objetivo establecido en la ley es “ legalizar los diferentes eslabones productivos y de comercialización del cáñamo o cáñamo industrial y sus subproductos", para controlar la actividad y “evitar que en los cultivares de cáñamo se oculten cultivos ilegales de cannabis psicoactivo".

Asimismo, se contempla la creación de una agencia reguladora, que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas: la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame).

Esta nueva agencia será la encargada de establecer los requisitos y antecedentes necesarios para solicitar las licencias para producir cannabis medicinal o industrial. También, tendrá bajo su órbita la posibilidad de sancionar a los productores que incumplan con la reglamentación.