Este sábado a la mañana, la esquina de Paraguay y Zeballos era un río de vidrios molidos. Bastaba mirar hacia arriba para conocer que provenían del primer piso del edificio, cuyo primer piso exhibía una ventana despojada, que hacía pensar en una posible explosión.

Sin embargo, ni Bomberos ni vecinos consultados por Esto se baila así (Radio 2) que fue a esa esquina este sábado confirmaron que haya sucedido una detonación. Incluso, la ventana del departamento en cuestión que da a Zeballos estaba intacta.

¿Qué sucedió entonces? ¿Cómo es que una ventana de vidrio se destroza y llueven sus restos sobre la vereda en medio del silencio de la cuarentena sin inquietar a nadie? Las preguntas fueron hechas y algunos vecinos se animaron a trazar hipótesis.

Una de ellas tiene que ver con problemas entre inquilinos y propietarios. Al parecer, el departamento estaba alquilado por una familia que mantenía una relación tensa con los dueños de la propiedad. Curiosamente, esta mañana no estaban ya en el inmueble. ¿Rompieron el ventanal y se fueron?, plantearon los habitantes linderos, mientras una de ellos barría la vereda vidriosa.

Otra vecina de la zona interpuso otra versión: según contó a Radio2, en el lugar solían estar unos muchachos bastante ruidosos y molestos.