En las últimas semanas, los vecinos de Rosario sufren, casi por turnos y en todos lados de la ciudad, reiterados y prolongados cortes de luz, en medio de temperaturas altísimas. Desde el sindicato Luz y Fuerza, aseguran que se trabaja a máxima capacidad y destacaron la voluntad de servicio de los operarios, pero señalaron dos grandes factores que explican las demoras en los arreglos: la falta de personal y la presión de tantos días de calor sobre el sistema.

En contacto con el programa Radiópolis (Radio), el secretario general del sindicato, Alberto Botto, precisó que actualmente, con los nuevos criterios de aislamiento por covid, hay 172 trabajadores de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) sin trabajar por coronavirus, de los cuales 88, la mitad, son de Rosario.

“Se está trabajando con todo lo que se tiene", aseguró y reconoció: "No hay personal suficiente para atender todo los conflictos".

Este jueves estuvieron activas seis cuadrillas aéreas y nueve subterráneas para toda la ciudad en una jornada en la que, con más de 43 grados de sensación térmica, otra vez, se registró un consumo récord de electricidad: 644 megabatios a las 14.35. Y unos 5 mil usuarios quedaron sin servicio por problemas en media tensión. 

Para entender estos números, Botto aportó otros: Rosario tiene 420 mil usuarios y durante los cortes de fines de diciembre, cuando se registró el pico de inconvenientes, quedaron fuera de servicio la misma cantidad que este jueves, 5 mil. Hasta entonces, los problemas afectaban a unos 3 mil usuarios.

A la falta de personal, continuó Botto, se suma el calor excepcional de las últimas semanas, algo que ya advertían hace tiempo con el avance de las quemas en los humedales.

“Es un combo explosivo”, dijo.

Con todo, aseguró que la principal explicación sigue siendo la falta de personal; y aportó otro números: “En los '90, con la mitad de usuarios, teníamos 21 cuadrillas aéreas y 21 subterráneas. En toda la provincia éramos 4.773 trabajadores, hoy no llegamos a 3.900”.

En cuanto a las demoras en los trabajos puntualmente, explicó que la labor de las cuadrillas no es sencilla: las subterráneas muchas veces necesitan apelar a contratistas para abrir pozos y explorar entre caños de agua y gas, algunos electrificados. Las aéreas, a su vez, también requieren a veces de la asistencia de personal de la Municipalidad ya que el cableado es dañado generalmente por ramas que se caen.