La fiscal María de los Ángeles Granato imputó a los presuntos coautores del asesinato de un hombre en barrio Parque Casas el pasado viernes. Se trata de Brian P. (31) y Gonzalo G. (24), quienes días atrás fueron aprehendidos en allanamientos en la zona noroeste de Rosario. Al término de la audiencia, el juez Florentino Malaponte dictó prisión preventiva hasta el 30 de julio para ambos por delitos de homicidio, encubrimiento y portación. Un plazo que consideró suficiente para que se corroboren o no las coartadas esgrimidas por los sospechosos, incriminados por sus huellas dactilares.

En una audiencia desarrollada este miércoles, Granato imputó la dupla bajo sospecha de matar a Claudio Fabián Barrionuevo (38) el viernes a las 17.40 en Cavia y Ghiraldo, un cruce desde hace años vinculado con la venta de drogas al menudeo y por añadidura con sucesos de violencia letal. De hecho, tres días antes del homicidio, sicarios habían asesinado a tiros a otros dos jóvenes a unos pocos metros de distancia.

Barrionuevo, según trascendió, no estaba vinculado con actividades narcocriminales. Tenía una leve discapacidad y solía deambular por la zona. “Ayudaba a los vecinos con mandados”, indicaron habitantes de la zona durante una protesta espontánea tras el asesinato. Al parecer, el muchacho fue alcanzado por disparos cuando salió a sacar la basura.

El punto de drogas en cuestión, ubicado a pocos metros de la escena del crimen, había sido allanado anteriormente. A fines de 2022, un fiscal federal solicitó su "clausura inmediata y la puesta a disposición del Estado provincial con el fin de que sea utilizado para fines de utilidad pública y social". Todo apunta a que los homicidas de Barrionuevo quisieron “quemar” el lugar matando a cualquiera.

Brian P. y Gonzalo G. cayeron en allanamientos de la PDI en Juan B. Justo al 2300 y en Díaz Vélez al 200 bis, respectivamente. Sus huellas dactilares habían sido recogidas en varios sectores del Fiat Palio blanco modelo 1999 utilizado para cometer el crimen de Barrionuevo.

El Palio apareció minutos después de la ejecución de Barrionuevo en Juan B. Justo y calle 710, en uno de los ingresos a Empalme Graneros. El coche había sido robado “de levante” en Granadero Baigorria el pasado 13 de abril, constató la fiscalía.

La presencia de las huellas dactilares (los peritos encontraron sólo las de los dos imputados) fue una de las principales evidencias que presentó Granato, además de testimonios. Ambos sospechosos poseen antecedentes y al momento de declarar intentaron desvincularse del crimen y esgrimieron sendas coartadas. Al menos en esta instancia, el juez valoró que existe apariencia de responsabilidad y dictó prisión preventiva hasta el 30 de julio. La medida podría extenderse de no corroborarse las versiones desincriminantes.