Julio Francisco “Paco” Garibaldi (42 años) es la gran apuesta que tiene el socialismo desde el centro de la provincia. Es senador por el departamento La Capital –tras haber derrotado al peronismo después de varios períodos– y este año fue electo convencional constituyente por su distrito. Cuenta con una trayectoria política que lo llevó desde integrar el gabinete joven durante la gestión de Antonio Bonfatti hasta ser concejal de la ciudad de Santa Fe y diputado provincial. Hoy forma parte de una nueva camada de legisladores y es uno de los nombres que suenan a futuro para el municipio capitalino.

En medio de los debates de la Convención, el dirigente santafesino habló con Rosario3 sobre lo que se viene a pocos días de arrancar la segunda mitad del proceso de reforma constitucional. Dijo tener “muchas expectativas” en “avanzar sobre los desafíos propuestos” y confirmó el avance para posibilitar una única reelección para las distintas categorías, entre ellas la del gobernador y su vice. Después de la semana donde el socialismo ratificó su participación dentro del espacio nacional que conforma el mandatario provincial junto a otros cuatro, el senador capitalino resaltó que es algo que “le hace bien a Santa Fe y que necesita la Argentina”.

–¿En qué momento estamos de la Convención?

–Es un gran desafío reformar la Constitución después de 63 años y somos 69 convencionales de diferentes bloques que debemos ponernos de acuerdo. Si tomamos el termómetro de lo que pasa en la realidad, la cantidad de proyectos presentados, la cantidad de gente que fue a las audiencias y de instituciones que presentaron iniciativas; vamos a acertar si nos acercamos o no lo vamos a hacer si nos alejamos. (El próximo jueves) se cumple la mitad del proceso de la reforma, estamos a la mitad de la convención y venimos muy bien. Ahora llega el proceso de definiciones, de discusión y dictámenes en las comisiones para luego su aprobación en el pleno.

–¿Llegarán a tratar la totalidad de los artículos propuestos para reformar en los 60 días?

–Tengo muchas expectativa de avanzar en los desafíos que nos propusimos como eliminar privilegios para la política, recortar inmunidades de los legisladores, limitar mandatos, eliminar reelecciones indefinidas, implementar revocatoria de mandatos por si algún funcionario no cumple el contrato social con la gente, que pueda haber audiencias públicas, plebiscitos, iniciativa popular, es decir estamos discutiendo cosas grandes.

–¿No es demasiada apertura con las audiencias e incorporación de tantos proyectos?

–Es muy positivo porque demuestra el interés, los proyectos y la ganas de la gente en participar. Creo que debemos mirar desde hoy para atrás: estamos en el medio de la Convención pero para llegar hubo elecciones de convencionales, se declaró la necesidad de la reforma, y antes hubo instancias para avanzar en la reforma por parte de los distintos gobiernos de diferentes colores políticos, desde (el gobierno de Jorge) Obeid hasta hoy. Por ejemplo, yo participé de cerca del proyecto de (Miguel) Lifschitz con sus Bases para la Reforma, todo un proceso donde hubo foros, discusiones y hasta mecanismos digitales de participación. Esto no se hizo desde cero, se fueron recogiendo experiencias e incluso abriendo la Convención.

–¿Ya hay acuerdo en la reelección para el gobernador y vice?

–Fue uno de los temas que se discutió en una de las comisiones y son los mandatos del Poder Ejecutivo y de todos los poderes. No es que sólo el gobernador tenga posibilidad de una reelección sino que exista esa única posibilidad para todas las categorías (senadores, diputados, intendentes, presidentes comunales, concejales) y que dejen de tener reelección indefinida. Hoy tenemos los dos extremos: el gobernador y vice sin reelección y reelección indefinida para el resto de las categorías. Vamos hacia un modelo de una reelección para cada categoría.

–Resta saber desde qué período se considerará la posibilidad de reelección.

–Eso dependerá de las decisiones que se tomen en el marco de las cláusulas transitorias para ver cuáles y de qué manera se computan los períodos.

–¿La ciudad Santa Fe tiene interés por la autonomía?

–Quizás sean otras prioridades y no la autonomía como primer punto. Y esas otras prioridades son equiparar la político con la ciudadanía, eliminando privilegios, establecer Ficha Limpia por Constitución, reformar y transparentar la Justicia, sin privilegios, que investiguen a todos por igual, con audiencias públicas, mecanismos de revocación transparentes, incluir derechos digitales, derecho a la salud y salud mental, educación en lo que tiene que ver con la vinculación al núcleo del trabajo, entre otras.

–Pero, ¿la ciudad capital quiere una autonomía como la que pretende Rosario?

–Es importante que se definan los alcances de la autonomía de los gobiernos locales, algo que la Constitución nacional establece pero delega a las provincias su implementación. Es una responsabilidad fijar el alcance de la autonomía de los gobiernos locales donde hay que considerar tres aspectos. Uno es que no son las mismas realidades, hay que poner diferencias entre las grandes ciudades y las pequeñas localidades. Otra es evitar atribuciones que terminen en una doble imposición, que se pueda cobrar doble tributo por el mismo objetivo, hay que aliviar la carga impositiva en el sector privado y a las personas. Y e. tercero es la discusión de las regiones y las áreas metropolitanas, la autonomía no puede atomizar la provincia y hay que dar herramientas con recursos, atribuciones y una mirada metropolitana.

El escenario electoral


–¿Cómo ves la apatía ciudadana que se tradujo en una caída en el nivel de asistencia a votar en las elecciones de este año?

–Soy muy crítico. Que haya tan baja participación no puede pasar desapercibido. Cuando la gente se expresa no lo hace solamente votando a alguien, la baja participación es un mensaje para la política. Hay varios factores: las promesas incumplidas son un cachetazo para la ciudadanía, los que se atornillan a un lugar y no se van es otro cachetazo, la falta de una democracia más abierta aleja a la gente. La política tiene que tomar nota, escuchar más y hablar menos, y cumplir más con lo que se promete.

–¿Qué lectura haces de la decisión que tomó el socialismo de formar parte del acuerdo electoral de los cinco gobernadores y de la lista de candidatos del espacio Provincias Unidas?

–Estoy muy contento de poder construir un frente que es una propuesta que le hace bien a Santa Fe y que necesita la Argentina. Uno de los problemas es la falta de mirada federal en nuestro país. Somos un país macro-encefálico en el AMBA y raquítico en el interior. Ese interior que genera divisas y dólares, que genera mucho y adonde vuelve poco. Que haya una mirada de los territorios encabezadas por los gobernadores, me entusiasma y ojalá se pueda replicar en otras provincias.

–¿El frente Unidos se abrirá en un futuro a otros espacios?

–Es una discusión que tendrá Unidos más adelante. Hay que ir al origen de Unidos cuando decían que esto no iba a ser posible y ahora hay un plan de gobierno. Si mantenemos ese espíritu de ponernos de acuerdo no solamente para ganar una elección sino en el para qué y qué hacer a la hora de gobernar, si lo hacemos como hasta ahora, claramente es posible.

–¿La Libertad Avanza es un límite?

–Nuestro espacio tiene una diferencia al estilo de conducción nacional. No queremos volver al pasado. La corrupción, el engaño y la mentira es un límite. No estamos de acuerdo con la falta de mirada de desarrollo económico que tiene este gobierno nacional. No existe acomodar la macro-economía sin la mirada del desarrollo económico. Y lo vemos en industrias que pagan las consecuencias de una apertura indiscriminada de las importaciones, trabajadores que no llegan a fin de mes más allá de que la inflación este más controlada. Si no hay mirada integral de desarrollo de país, lo que gana es la especulación y concentración financiera en el AMBA versus el desarrollo económico más integrado de la Argentina.

Algo personal


–¿Te consideras parte de una nueva generación de políticos en la provincia?

–Dicho así tiene una épica muy grande. Creo que la política tiene que bajar un poco la autoestima. Me siento parte de una generación que no se banca más el doble discurso o hablar con la careta puesta. Quiero vivir en mi ciudad sin tener que esconderme de nadie porque le falté a la verdad, nos podemos equivocar pero no te puede pasar que faltes a la verdad o que hagas las cosas a media máquina o que digas una cosa y hagas otra.

–¿No crees que autorizando la reelección al gobernador, así como (Maximiliano) Pullaro va ir por la suya el resto hará lo mismo?

–No creo que sea un efecto cascada necesariamente, vivimos en la Argentina . estamos frente a escenarios cambiantes. Soy muy consciente que nadie es dueño de los votos. Hay que entender que cuando se gana una elección la gente acompaña a un determinado candidato y no es que ese candidato sacó tantos votos como si fueran un objeto. Que se autorice la reelección a un gobernador y al resto de las categorías no va a producir ese efecto cascada.

–¿Vas a intentar ser candidato a intendente de Santa Fe en 2027?

–No me gusta pensar en el próximo lugar cuando uno ocupa un determinado lugar, porque creo que es una mala forma de llevar adelante una tarea y de equivocarse. Prefiero concentrarme en la tarea que tengo y después se verá, discutirlo dentro del partido y dentro del frente para ver qué lugar donde uno pueda aportar. Santa Fe es la ciudad que amo y quiero vivir acá.

–¿Tú sueño no es ser intendente?

–(risas) No, mi  sueño es que Colón vuelva a Primera. Mi pesadilla es Colón….. Hubo muchos dirigentes con sueños personales, algunos no lo alcanzaron y se frustraron, otros lo alcanzaron pero no hicieron todo lo que se esperaba de ellos. Hay que ser un poco más grande, tengo un recorrido por delante y no me desespera un lugar. Si me pongo ese objetivo quizás le erre o me equivoque. O voy a estar haciendo lo que yo critiqué de los otros.

–¿La gran apuesta del socialismo es volver a recuperar Rosario?

–Todos los partidos quieren ganar, ojalá que ganemos Rosario, la provincia y la Nación como quisimos con (Hermes) Binner cuando fue candidato a presidente. Pero no creo que eso deba ponerse por delante, no hay que poner el carro delante del caballo. Es un deseo y por eso milito en el socialismo porque creo en lo que sostenemos. Hay que pensarla en grande y no desde un sólo partido.

–¿La gente se amigó con el socialismo tras las derrotas del 2019?

–Siempre tuvimos nuestras ideas y valores muy claros y coherentes. Tenemos gente como Mónica (Fein), Clara (García), Antonio (Bonfatti), Lifschitz o Binner que nunca dejaron de caminar y no se alejaron de sus valores. Uno puede ganar o perder una elección, lo que no puede perder es la coherencia y nunca la perdimos. La gente elige lo mejor. Nosotros sabemos cómo recoger toda la historia, la experiencia y aprender del pasado y no quedarnos en la nostalgia.