El presidente Alberto Fernández rindió homenaje a las Madres de Plaza de Mayo, al cumplirse 46 años de la primera ronda que ese grupo de mujeres realizó frente a la Casa Rosada, y destacó que en tiempos en que "todavía toman fuerza voces en contra de la democracia", la "lucha" de esa organización "vive para siempre en nuestro pueblo".

"Hace 46 años las Madres de Plaza de Mayo iniciaron su lucha alzando la voz ante el terror", expresó el mandatario desde sus redes sociales, y afirmó que si bien "en la sociedad de nuestro tiempo todavía toman fuerza voces en contra de la democracia", el "legado" de estas mujeres "sigue intacto: no callar y persistir".

Fernández subrayó que "al grito de Nunca Más, la Memoria, la Verdad y la Justicia se convirtieron en el presente y el futuro de la democracia en la Argentina".

Este domingo se cumplen 46 años de la lucha ininterrumpida de las Madres de Plaza de Mayo, desde la primera vez que un grupo de ellas se reunió en la plaza frente a la Casa Rosada para reclamar por la aparición con vida de sus hijos secuestrados, torturados y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.

Homenajes

La Secretaría de Derechos Humanos y ministros, diputados y funcionarios celebraron que las Madres de Plaza de Mayo se hayan transformado en un "símbolo de amor y resistencia", al cumplirse el aniversario 46º de la primera ronda que ese grupo de mujeres realizó frente a la Casa Rosada.

La Secretaría de Derechos Humanos, que conduce Horacio Pietragalla, recordó con motivo de este aniversario su reciente publicación "Madres y Abuelas, el legado de una lucha eterna", que se trata, dijo, de un "homenaje a las mujeres que se transformaron en un símbolo de amor y resistencia".

Acompañaron la publicación con el enlace de descarga gratuita del libro y un video de la madre Norita Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en el que la referente rememoró que aquel 30 de abril de 1977 eran "14 madres" las que iniciaron la primera ronda en un contexto de "represión intenso" y destacó que, aunque tenían "temor", también contaban "con la fuerza de que ahí teníamos que estar y que teníamos que poner el cuerpo".