Una fuerte llamarada detectada el pasado sábado sobre la superficie del Sol podría causar una tormenta magnética en la Tierra. 

El estallido de energía tuvo una magnitud M1.1 (una erupción de tamaño mediano) y duró más de cuatro horas, llegando a su punto máximo a las 23:32 (GMT) del 29 de enero de 2022.

La erupción estuvo acompañada de una eyección de masa coronal, una onda de partículas cargadas que, según los pronósticos, podrían llegar a la Tierra el próximo 2 de febrero, provocando una tormenta moderada de categoría G2.

Las tormentas magnéticas se clasifican con letras y números según su nivel de peligrosidad y el ciclo de intensidad de nuestra estrella. Las de nivel G2 son moderadas, pueden causar interferencias en radio y alterar las trayectorias de algunos satélites, según publicó RT.