Eduardo Mares y Mariana Presta, son los padres de Matías, quien tuvo un accidente a los 24 años en su moto, en los médanos de Cariló. Luego de diagnosticarle muerte cerebral, decidieron donar sus órganos para salvar otras vidas.

“Esto que nos sucedió con Mati fue parte de un plan divino. Tiene que ser una enseñanza”, dijo su mamá, oriunda de Benavídez, en una entrevista realizada por Clarín. “Desde el cielo les está dando la oportunidad de vivir a otras personas, y eso es una satisfacción, un alivio en medio del dolor inmenso”, agregó la mujer.



“No era una decisión nada sencilla, imaginate, desconectar a tu hijo, cuyo corazón está latiendo era terrible”, confesó Mariana.

El jueves 28 comenzó el procedimiento de ablación. Pocas horas después, el viernes 29, ya en ruta rumbo a Buenos Aires, irrumpió una sensación gratificante impensada e imposible de suponer dentro del cuadro de situación: el corazón de Matías ya estaba latiendo en otra persona.

Les llegó un mensaje exultante de la psicóloga. “¡Hicieron match, hicieron match! El corazón de tu hijo es 100% compatible para una chica de 26 años, de Florencio Varela”. 

“Usó la palabra match, que muchas veces se utiliza para saber si hay empatía en las relaciones. El corazón de Mati tenía que estar en el de una chica”, dijo Mariana.

El sábado, un par de horas antes de darle sepultura a Matías, Eduardo recibió un mensaje via Facebook de una persona desconocida. “Quisiera hacerles saber que hoy a mi marido le trasplantaron el riñón de su hijo, órgano que esperó diez años. Mi marido, mi hijo y yo estamos muy agradecidos. Que Dios los bendiga para toda la vida”.

El martes 2 de febrero, hablando con su hermano, Mariana se enteró de que el hijo de un conocido de la familia Mares recibió el otro riñón de Matías. “Era muy loco todo, el muchacho enfermo se llama Lucas V, es el hijo de Omar, que trabajó conmigo durante muchos años. Sabía que Omar había fallecido y que su hijo estaba muy delicado pero no sabía qué tenía. Cuando nos enteramos de que el riñón de Mati fue para él, allí hicimos la asociación y nos dio mucha alegría, porque sabemos que Lucas es de buena madera. Miramos al cielo, y le agradecimos a Matías, le dijimos lo orgulloso que estábamos de él”.

Luego, Mariana recibió un pedido de amistad en Facebook y luego un mensaje que lo decía todo: “Gracias a la decisión de ustedes, mi papá hoy está vivo. Él necesitaba un hígado para seguir viviendo y fue el de su hijo, que llegó justo a tiempo para salvarlo. Ojalá en el mundo existan más personas como ustedes. No hay palabras para describir el agradecimiento y la emoción”.

“Es la vida más allá de la vida, no de la muerte. ¡Qué alegría que Mati siga dando vida! Espero que tu papá se recupere pronto, el de Mati es un hígado muy sano”, le respondió Mariana. Excepto las córneas, que están en un banco de órganos a la espera, “nuestro hijo ilumina a cuatro personas de las cuales tres se encontraban en estado terminal”.