Un hombre fue condenado a 20 años de prisión tras comprobarse que abusó sexualmente de su hija durante 13 años. La víctima es una joven que quedó embarazada y se animó a contarle la verdad a su madre quien la acompañó a realizar la denuncia y durante todo el procedimiento judicial.

“El día de la condena fue un alivio, si bien no era lo que esperábamos, porque fiscalía pidió 30 años. Teniendo en cuenta la justicia que tenemos, 20 años me parece una buena pena”, contó Bianca a Telenoche (El Tres).

Denunció a su padre por abuso sexual y lo condenaron a 20 años de prisión

De acuerdo al relato de la joven, durante 13 años fue sometida a distintos tipos de abuso por parte de su padre que la mantenía amenazada para que no lo cuente. Fue recién después de quedar embarazada que su madre sospechó de la situación y le pidió que le cuente lo que sucedía.

 “Él me hace contarle una historia a mi mamá sobre que (el padre del bebé) era un compañero de la facultad. Después hizo que, con mi mamá. le contemos a él que yo estaba embarazada e ideó todo un plan y no respondió como era de esperar porque él era una persona muy celosa y si realmente esta historia hubiera sido real, hubiera reaccionado de cualquier otra manera”, indicó la joven.

Esto último fue lo que le generó sospechas a la madre que al día siguiente comenzó a indagar sobre quién era ese compañero de la facultad. Luego de algunas respuestas evasivas, la mujer le preguntó a su hija si esto se lo había hecho su padre. “Ahí me pude abrir con ella, porque es lo que necesitaba, que alguien me lo pregunte porque hasta el día de hoy si yo hubiera sido la que tenía que decirlo, no hubiera podido”, reconoció Bianca.

“Yo sentía que estaba viviendo en un infierno, no tenía vida social, era ir a la escuela, a folklore y a casa donde estaba todo el día con é. porque en un momento dejó de trabajar, fue feo”, reconoció.

Tras la condena, la víctima aseguró que pensó que nunca iba a poder contar el calvario que sufría. “Yo viví trece años de este infierno y la verdad que creí que nunca iba a poder hablar por las amenazas de él que me decía que nadie me iba a creer, que preso no iba a poder ir”. 

Si hablás te creen, tuve a mi mamá que me creyó y por suerte hay un montón de organizaciones de mujeres que están para ayudarte, escucharte y darte una mano. Si lo dicen en sus casas y no les creen, busquen a alguien cercano, que les va a creer”, concluyó.