Cinco vehículos fueron remitidos al corralón municipal al cabo de un operativo de Secretaría de Control y Convivencia que apuntó a desbaratar, en forma preventiva, las picadas que se vienen desarrollando en el Parque de la Cabecera, en el extremo norte de Rosario. Esas pruebas de velocidad ilegales habían sido materia de denuncia por parte de vecinos que hicieron llegar a la prensa distintas grabaciones que muestran el ir y venir de motos y el estrundo de escapes-

Durante el último fin de semana se realizó un operativo preventivo en el extremo norte del municipio (la zona de Costa Alta y el Parque de la Cabecera), donde hace una semana se denunció en redes sociales que se realizaron picadas clandestinas, indicaron voceros del municipio.

La secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru, señaló que su equipo reforzó las tareas de control y que se montó un amplio operativo en la zona, que contó con el apoyo de personal policial. “Remitimos cinco autos que tenían la suspensión modificada y que, se presume, iba a ser utilizados para realizar picadas”, sostuvo.

“Nosotros hacemos controles en toda la ciudad. A veces no es tan sencillo detectar las picadas porque quienes las organizan se van moviendo y son muchos los puntos que se deben monitorear y controlar”, describió la secretaria de Control y Convivencia, quien además aclaró que cuando se realizan operativos se intenta que los mismos no terminen en persecución, porque eso podría generar mayores problemas y hasta algún siniestro de tránsito. Los controles –agregó la funcionaria– se hacen en forma periódica en inmediaciones de bulevar Oroño y Lamadrid (distrito Sudoeste); el parque Scalabrini Ortiz (distrito Norte), en las adyacencias del Museo del Deporte (distrito Sur) y en La Florida (distrito Norte).

Las persecuciones se vuelven más peligrosas, no solamente para la persona que está actuando, que está evadiendo el control, sino para nuestros inspectores y para cualquiera que esté por la calle circulando”, evaluó.

La funcionaria del municipio hizo hincapié en el trabajo que realiza personal de la Secretaría de Control, tanto en los puestos fijos mencionados anteriormente sino también a través de patrullajes y monitoreo de convocatorias a través de redes sociales.

“Estamos realizando monitoreos en forma constante, para reforzar el control y evitar que se realicen este tipo de hechos que ponen en riesgo la vida de las vecinas y vecinos de la ciudad”, remarcó.

A comienzos de abril, una denuncia pública puso sobre el tapete que el trayecto de Eudoro Carrasco al 4200, en barrio La Florida, se había tornado un picódromo en las horas nocturnas de los fines de semana. 

“Se juntan autos y motos en un circuito donde corren en medio del tránsito urbano y de los consumidores de los bares de la zona, poniéndose en peligro ellos y los vecinos. Es bastante fácil de controlar: si hubiera un móvil de tránsito se podría bloquear la reunión. Eso pedimos los vecinos: un móvil de tránsito que intimide o baje la posibilidad de que se reúnan”, propuso el vecino que ofició de vocero del malestar de los habitantes de esa zona.