La comisión de Planeamiento y Urbanismo del Concejo dio proveído este lunes al proyecto del Ejecutivo que busca construir mega torres de 120 metros en ciertos sectores del centro, macrocentro y corredores, solo para edificaciones en lotes de entre mil y cinco mil metros. 

A partir del visto bueno, las torres más altas de la ciudad serán debatidas el miércoles en la comisión de Gobierno, última instancia para su debate en sesión, que podría llegar a suceder esta semana. Las condiciones son "deslinde en todos sus lados, que el proyecto edifique con suelo absorbente vegetal y habitabilidad", precisó el concejal Fabrizio Fiatti, quien preside la comisión.

El proyecto de torres “de perímetro libre” promueve incorporar la tipología de torres con nuevas pautas claras para la construcción en altura en estos grandes terrenos, en busca de derribar los pedidos de excepcionalidad de desarrolladores urbanos. El término “libre” se relaciona con que son construcciones retiradas de la totalidad de los deslindes parcelarios.

La novedad que llevó el concejal Fiatti a la comisión fue que se diferenciará tres tipos de altura: el sector centro, entre avenida Pellegrini, bulevar Oroño y el río Paraná, donde la altura máxima podrá ser de 120 metros de altura, será excepcional por el tamaño de los terrenos que se necesitarán, dado el deslinde de 10 metros por lado.

En tanto que en los barrios Pichincha y Abasto –hasta calle Cerrito- podrán ser 80 metros de altura. Mientras que en los corredores de bulevar Rondeau o avenida San Martín la altura podrá ser de 36 metros, dado el deslinde de seis metros por lado. En todos los casos se establece la obligatoriedad del terreno natural con vegetación.

Fiatti aclaró además que “no están incluidos otros barrios como La Florida, Fisherton o Belgrano”. En la decisión del proveído favorable se abstuvieron el concejal Manuel Sciutto, del bloque Socialista, y Norma López, de Justicia Social.

“El expediente tiene distintos tipos de altura, condicionado al deslinde, que para las torres que sean de 120 metros, deben tener un deslinde de 10 metros hacia cada uno de sus lados, en lotes muy grandes. Esto es área central solamente”, aclaró.

El concejal Carlos Cardozo saludó esta distinción, y destacó que “entre las edificaciones, los de 120 metros van a ser una excepción. La norma va a ser de menores alturas, aun en corredores”.

Amalevi por su parte, precisó que “la norma busca dar claridad a los constructores para que no vengan a pedir excepciones cada vez que quieran una altura diferente”, a la vez que Fiatti agregó: “Esta ordenanza va a lograr una autorregulación para que constructoras que buscan edificar proyectos icónicos, puedan hacerlo con las implicancias que tendrán”.

Un proyecto de edificación "ya cocinado"

La concejala justicialista Norma López dio su mirada crítica al proyecto de ordenanza: “Hemos escuchado al sector, que participa en la Comisión Asesora de la Secretaría de Planeamiento, y considero un gran error que ya vino 'cocinado' y no se tenga en cuenta la opinión de los concejales en este proyecto. Los concejales dejamos de opinar sobre cómo se debe desarrollar en Rosario”.

La edila javkinista Amalevi le aclaró entonces: “Esta norma viene al Concejo a que los concejales intervengamos. Estamos debatiendo algo que viene del Ejecutivo, pero viene a ayudar a que una constructora no dependa de un cuerpo colegiado para construir. Desde el Concejo buscamos proponer las normas”.

Por su parte, Agapito Blanco destacó con conformidad “los beneficios de una norma que no haga perder cinco años en el modo de construir un edificio, como ocurrió con proyectos importantes y se perdió la oportunidad. Esta norma viene a darle claridad a quien quiera intervenir urbanísticamente en un lote”.

Fiatti entonces recordó que “son lotes que lo único que tienen de particular es que son más grandes de lo habitual, de entre mil y 5 mil metros. Es una posibilidad novedosa que la ciudad tuvo y luego se echó atrás. Nuestro rol es determinar las reglas de juego. Las condiciones son deslindes, suelo absorbente vegetal, habitabilidad”.