Santiago Pellegrini, un joven de 27 años llama la atención por su particular forma de vestir. "Dandy Millennial" lleva puesto pantalón, chaleco, saco, sombrero, bastón y hasta un reloj de bolsillo. Y todas esas piezas son originales de fines del siglo XIX o 1880.

La semana pasada, las imágenes de sus conjuntos alcanzaron a tener miles de me gustas de usuarios que cuestionaban si efectivamente el joven portaba esta vestimenta a diario. El vecino de Vicente López, en la zona norte dle Gran Buenos Aires, aseguró: "Me visto con prendas que van del 1880 a 1930 todos los días, sin excepción".

Aunque desde sus cinco años se siente atraído por el estilo de la época, no fue hasta sus 15 cuando se vistió de esta manera por primera vez. “Arranqué con un saco de corderoy y un sombrero que me habían regalado en la adolescencia. Me sentí muy bien al verme al espejo porque siempre me había encantado la elegancia y la calidad de las prendas del 1900. Estudié mucho la moda para no caer en errores básicos y, hace 10 años, tome la decisión de vestirme así diariamente”, confiesa.

La mayoría de de sus prendas fueron adquiridas en ferias americanas. "Selecciono mi ropa según el clima. El calor no es un problema porque las prendas antiguas carecen de poliéster y son mucho más frescas. Puedo salir con saco un día de 30 grados", explica.

Y enumera: "Me gusta mucho usar accesorios como cuello duro almidonado, puños desmontables con gemelos y pañuelo de bolsillo. En caso de tener una ocasión especial, elijo un chaqué, frac o smoking para salir de lo cotidiano".

Según Clarín, el joven admite que el trato en las redes es diferente. Cuando está relajado en su casa (donde mantiene su estilo portando camisa, pantalón y tiradores) se encarga de preparar videos que inmediatamente se vuelven virales en Twitter, Instagram y Tik Tok.

"Comparto tips de cuidados de las prendas, pero también me sumo a los desafíos de coreografías dándoles mi toque. Los comentarios son muy buenos y mis seguidores me apoyan. Aunque a veces tengo algunos ‘haters’ que vuelcan su bronca a través de los mensajes".

El particular vecino de Vicente López concluye: "Al que no le gusta, le recomiendo que mire para otro lado. Una vez que asumí que el resto siempre va a opinar, pude animarme a ser diferente y dejar el qué dirán de lado. Yo soy Santiago y me visto así porque quiero".