El pasado 8 de septiembre, un nene, su abuela y su perro fueron víctimas de los incendios forestales que perjudican a Estados Unidos. 

El niño fue identificado como Wyatt Tofte, y lo encontraron muerto abrazado de su perro en el interior de un auto cerca de su casa, tras ir el rescate de su abuela, Peggy Mosso, quien se encontraba en su interior.

Debido a un cambio en las condiciones climáticas, el fuego se intensificó y llegó rápidamente a la vivienda por lo que todos debieron escapar a bordo de un automóvil. Pero su suerte cambió cuando los neumáticos se derritieron y el auto que habían abordado amenazaba con prenderse en llamas.

Fue entonces cuando Angela Mosso, madre del nene, se dio cuenta de que tenía que salvar a Wyatt, así que salió del auto y le dijo a su hijo que corriera con el perro lejos.

No tenía más remedio que dejar atrás a su madre, quien tenía una fractura de rodilla y sería operada la próxima semanam según informa MegaNoticias.

Angela Mosso caminó casi 4 kilómetros sobre el asfalto caliente y, alrededor de las 4 am, su esposo regresó con el remolque, conduciendo a través de un bloqueo que lo separaba de las llamas.

Fue entonces cuando logró dar con su esposa, a quien de inmediato la llevó para recibir atención médica. Al ver que su hijo no estaba con ella, Chris regresó al incendio para buscar a su hijo, pero la búsqueda no fue fructífera: Al día siguiente, el pequeño fue encontrado muerto en el auto abrazando a su perro, junto a su abuela.

La madre del menor está en estado crítico en el Legacy Emanuel Hospital Burn Center en Portland. Le dijeron el jueves que perdió a su hijo y a su madre.