Una clínica de fertilidad del Reino Unido le pagó a un hombre por usar en contra de su voluntad parte del esperma que él había donado, para ayudar a concebir a parejas homosexuales y mujeres solteras, informa RT.

Neil Gaskell, de 49 años y residente en la ciudad de Mánchester, aceptó en 2010 ser donante de esperma con la condición de que su material genético se usara solo para ayudar a parejas heterosexuales.

Sin embargo, una auditoría de la Autoridad Británica de Fertilización Humana y Embriología determinó que, de todos los niños nacidos producto del semen de Gaskell, cinco eran de tres parejas del mismo sexo y otros cuatro de tres mujeres solteras.

Gaskell aclaró que no se trata de una cuestión de homofobia ni discriminación, sino de una "traición" por parte del centro médico. Además, destacó que "no se puede discutir con la biología", y que los niños nacidos de su material genético deben tener un padre y una madre.

El hombre decidió ser donante de esperma cuando con su expareja buscaban tener un hijo con tratamiento de fecundación ya que naturalmente era muy difícil. Es por eso que la clínica le ofreció convertirse en donante a cambio de un descuento de su tratamiento de reproducción asistida.