La Municipalidad de Victoria suspendió por 60 días “todo tipo de evento y espectáculo público” en las islas del humedal como consencuencias de las denuncias por realización de fiestas habilitadas y también clandestinas frente a Rosario.

El asesor letrado de la Municipalidad de Victoria, Elías Ruda, confirmó en el programa La primera de la tarde (Radio 2) que la prohibición se determinó por una polémica fiesta electrónica en La Invernada, que primero fue habilitada y luego se dio marcha atrás.

Ese fue el disparador que llegó a los medios pero desnudó la existencia de múltiples fiestas y, lo más grave, es que muchas de ellas se realizan de forma clandestina, es decir sin los controles y seguridad que al menos tienen las anunciadas.

Ese desorden y falta de control es una característica extendida en el Delta frente al Gran Rosario, con la construcción de terraplenes, tabicado de ríos y movimientos ilegales de maquinarias. El fuego y el humo son apenas una manifestación que se ve y padece desde las ciudades costeras.

La resolución 427 con fecha del 14 de octubre ordena el cese de ese tipo de eventos en el marco de una cautelar de la Justicia Federal que prohibe acciones humanas capaces de alterar el medio ambiente, con el ecocidio como trasfondo.

Ruda, el funcionario de Victoria, explicó que por “evento” se entiende “una concurrencia multitudinaria de hasta mil personas, que pasan música y necesita una habilitación especial, que no la necesitan los paradores porque son negocios gastronómicos comunes”.

En ese sentido, confirmó que paradores, bares o locales gastronómicos y cabañas funcionarán de forma normal estos dos meses de vigencia de la medida.

El asesor letrado de la intendencia de Domingo Maiocco dijo que el decreto responde a “un pedido de la provincia” de Entre Ríos.

Ruda dijo que él sostiene el criterio de que la medida cautelar no suspende las fiestas y por eso en primer lugar se había habilitado la del parador Garden “porque nunca hubo ningún inconveniente”. Esa autorización se revocó el viernes feriado, apenas se hizo público por “la presión de organizaciones ecologistas y todo eso”.

“El intendente no se va poner en contra de lo que piensa la provincia pero nosotros no pensamos eso”, aseguró el abogado de Victoria.

"Nunca se produjo un incendio en un parador o en una fiesta”, agregó y dijo que esa actividad no está relacionada al fuego que se desata en otros puntos de las 376 mil hectáreas de humedal que responden a Victoria (área natural protegida).

Ruda afirmó que existen cerca de cinco mil personas que disfrutan del río y las islas frente a Rosario y que si no estuvieran los paradores, donde hay controles, pueden acampar o prender fuego en cualquier punto del humedal y eso es riesgoso.

“Tenemos una delegación de islas que tiene 14 personas creo, no sé, que van y controlan”, lanzó. Habló de solo cinco fiestas habilitadas post pandemia y el resto son clandestinas, y pidió controles policiales.

En ese contexto, aclaró que las islas son “un área natural protegida y de usos múltiples” y que se permite realizar “apicultura, ganadería y turismo, pero no se puede urbanizar y hacer agricultura”.

Párrafo aparte merece la relación del asesor letrado de Victoria con quienes demandan cuidados de la naturaleza y la vida. “A los ambientalistas los sufro”, dijo y señaló que el problema de los incendios no se resuelte con una ley de humedales.

Sobre las denuncias por la realización de terraplenes y otras acciones ilegales, dejó un insólito ataque: "Los ambientalistas son soplones. Cuando ven una máquina en la isla arman un lío bárbaro". 

“Ustedes tienen que cambiar el mensaje: la ley de humedales es necesaria pero no va a apagar el fuego. Hay que pelear por un organismo de seguridad con presencia territorial. Nunca se lo escuché a ningún ambientalista”, dijo y el periodista Sergio Roulier le recordó que Victoria tiene jurisdicción sobre las islas que arden sin control desde 2020.