El color, la forma y el vacío. Así se titula la muestra del artista plástico Marcelo Villegas, que mediante la combinación de estos elementos logra armar un paisaje que disrumpe en el espacio llamando la atención como grafitis urbanos. El carácter disruptivo no es solo propio de la muestra sino también por la forma en que ésta contrasta con las otras exposiciones del museo Castagnino.

Curada por Guillermo Fantoni en colaboración con Daniel García, esta exposición del artista contemporáneo rosarino se puede visitar en el tradicional museo de Pellegrini y Oroño de miércoles a domingos y feriados, de 14 a 20, con entrada gratuita. A las 18 hay recorridos acompañados para todo público.

Cada pieza artística se va convirtiendo en un símbolo con un mensaje a transmitir. Repeticiones de formas que generan un circuito cerrado, espacios vacíos, formas que buscan dónde habitar, dónde poder existir y tener presencia. Colores que gritan, tramas que generan vacíos azarosos que cobran protagonismo, espacios negativos, líneas entrelazadas formando circuitos sin principio ni fin, recorridos. Todo un lenguaje a observar y descifrar.

La muestra es presentada como “de abstracción contemporánea con producciones que abarcan desde 2007 a 2019”.

“He procurado mantener un diálogo con varias tradiciones, las que podríamos considerar como modernas. Me interesa la pintura, la geometría, el minimalismo, el optical art, pero todos lejos de sus dogmatismos. Investigo sobre distintos estímulos tales como la música, la arquitectura y la cultura cotidiana”, sostiene Marcelo Villegas sobre su obra.

Y agrega: “La incorporación de distintos materiales, sistemas, combinaciones y desplazamientos me han servido para trabajar con mayor libertad de invención, tanto en un sentido formal como conceptual. Asimismo encuentro una trama de sentido entre el color, la forma, el vacío, que en cada caso transforma o crea una nueva tensión en la relación entre la obra, la arquitectura y el espectador”.

Marcelo Villegas nació en Rosario en 1966. Cursó estudios de Magisterio en Artes Visuales en la Escuela Provincial de Artes Visuales Manuel Belgrano y en la Escuela Superior de Museología de Rosario. En 1997 obtuvo una Beca de Estudio y Perfeccionamiento en Pintura, otorgada por la SecretarÍa de Cultura de Santa Fe, y en 1998 una Beca del Ministerio de Cultura y Educación de Holanda para trabajar en el European Ceramic Workcentre de Hertogenbosch donde, en el transcurso de ese mismo año, expuso los resultados de la estadía en una muestra titulada Intersticial Suite.

Desde 1995 realizó muestras individuales y participó de exposiciones colectivas en diversas galerías e instituciones culturales de Rosario y Buenos Aires, así como de salones y bienales en los que su trabajo fue merecedor de premios y recompensas. Del mismo modo, participó en ferias de arte contemporáneo como la de Shanghai en China; Art Madrid en España y arteBA en Buenos Aires, entre otros eventos.

Su obra integra las colecciones del Museo Castagnino+macro, la Asociación de Intercambio Cultural Argentino Norteamericana, la Fundación Cultural Teatro El Círculo de Rosario, la Fundación Telefónica de Argentina de Buenos Aires y el Museo Antropológico de Arte Contemporáneo de Guayaquil, en Ecuador; también se encuentra representado en colecciones privadas de Lyon, Francia; de Madrid, España; de Santiago de Chile; de Zurich, Suiza; de Shanghai, China.