En su DNI dice Tomás Gagliardo, nació en Rosario hace algo más de 20 años. Hoy en el mundo de la música se lo conoce como Tomas Crow. En el camino de este músico, compositor y productor se han cruzado artistas de la talla de Noel Gallagher a Coldplay. En el 2021, como ingeniero de sonido, se alzó con un Grammy por el disco Got To Be Tough, del grupo Toots & The Maytals en la categoría Mejor álbum de reggae. En diálogo con Rosario3, contó cuando y cómo fue su recorrido en ese universo tan particular.

-¿Cómo fue el principio de este viaje profesional que hoy te tiene viviendo en Londres después de varios años?

-Yo era muy chico, tenía 19 años cuando me fui. Por aquel momento estaba muy metido con la producción de música que venía por el lado de la electrónica y estaba muy metido en el sello de Hernán Cattáneo y con otro sello de Finlandia también por el mismo género. En ese momento esta movida estaba arrancando en Rosario, pero sentía que estaba como medio estancado. Siempre de chico sentía que tenía un imán hacia la música británica. Mis viejos no me dijeron que no, eso para mí fue muy importante, y me embarque hacia acá (Londres) con el claro objetivo de meterme en la industria de la música inglesa.

-¿Cómo empezaste a vincularte con en “la industria de la música inglesa”?

-Comencé a hacer cursos y me vinculé particularmente con un profesor del cual yo admiraba las producciones que había hecho. Era un ídolo total. Terminé siendo una especie de asistente de cátedra pero también de estudios de grabación. Max Heyes era ingeniero de Paul McCartney, Primal Scream, Massive Attack entre otros. Yo lo veía trabajar y se me hervía la sangre. Comencé a insistirle que quería trabajar con él pero era bastante distante conmigo. Me llevó un montón de tiempo y después de tanto insistir llegó el día. Le surge una sesión con la banda de Islandia Sigur Rós me dice que necesitaba una mano porque había un montón de cosas para hacer y le dije: “sí, vamos”. Me probó en la primera sesión y dijo: “perfecto, de acá para adelante sos mi mano derecha”. Iba para todos lados con él y ese fue mi punto para insertarme en la industria porque el tipo empezó a agarrarme confianza y se me abrieron un montón de puertas.

-¿Cómo fue el encuentro con un tal “Zak”?

-Pasaron 2 años aproximadamente y un día Max me dice que hay un tal “Zak”, me dice solo eso, que tiene un estudio en Henley-on-Thames en las afueras de Oxford, en el medio del bosque. Me dice: “necesito que me cubras porque no puedo ir”. Me tomo un tren hasta una estación cercana y este tal Zak me pasaba a buscar y me llevaba al estudio. Cuando llega yo le veía una cara familiar o conocida, muy buena onda. Empezamos a hablar en el auto en un momento me dice: “si estuvimos de gira con una banda y ahora tenemos que hacer un par de cosas…”. Yo pregunto: “Ah…tenes una banda ¿cómo se llama?”, me responde: “The Who”. Yo no podía creer. Max (Heyes), mi mentor, no me dijo nada de esto a propósito. Cuando llegamos al estudio de Zak, entramos y era como el museo de los Beatles. Los micrófonos de The Cavern, muchas fotos de Ringo (Starr), él con Ringo en diferentes lugares y le pregunto: “¿sos amigo de Ringo?” y me responde: “No, no…es mi papá”. Pensé: “otra pregunta boluda”. En un momento pensé: “acá tengo que hacer un buen trabajo porque me quiero quedar”. Estuve una semana durmiendo en el estudio y con Zak trabajando toda esa semana porque estábamos haciendo un disco que después ganó el Grammy. A partir de esa semana pegamos muy buena onda, somos muy similares y estábamos muy en sintonía. En un momento me dice: “¿Te querés quedar? Necesitamos alguien en el estudio”. Eso me trajo un par de problemas con mi mentor, Max, pero Zak quería que yo me quede ahí”. 

-Ya eras parte, de alguna manera, de la familia Starkey…¿Cómo conociste a Ringo?

-La historia es increíble y yo todavía no me la creo. La navidad del año en que yo comencé a trabajar con Zak, yo tenía un montón de cosas para hacer con este disco, estaba súper concentrado con este tema y decidí quedarme el 24 en el estudio trabajando de noche. El 25 la iba a pasar solo y Zak me dice: “¿Tenés ganas de venir a pasar Navidad con nosotros, con mi familia?”. “Sí, claro”, fue mi respuesta y no pregunte nada más. Vamos a la casa de su hermano, Jey, toco el timbre y me abre la puerta Ringo…(risas) me da un abrazo y me dice: “Feliz Navidad, como andas, un gusto, soy Ringo”. Tengo un audio guardado que le mandé a mi novia que lo fui a grabar al baño porque no podía creer lo que estaba pasando. Después en diferentes ocasiones nos llamábamos, recibí material de él para editar. Lo más loco que la primera vez que lo vi fueron 5 minutos de estar pensando: “Vos sos Ringo Starr, yo conozco todos tus temas y los toque todos desde que tengo 13 años, tenía una banda de covers de tu banda”. Después de esos 5 o 10 minutos estaba viendo una familia que se estaba cagando de risa en Navidad, él era el tío copado, era todo muy especial, igual era como una reunión familiar de Argentina. 

-¿Cómo llegaste a trabajar con Noel Gallagher?

-Noel aparece como parte de las conexiones que había hecho con Max y Zak, son todos muy amigos. Yo trabajaba al mismo tiempo Le Mob Studios, Noel necesitaba un ingeniero para una serie de sesiones y eligió este estudio. Estuvimos 3 meses trabajando, en medio de la pandemia del 2020, éramos 4 en el estudio y grabando Flying On The Ground, We're On Our Way Now y un par de singles que todavía no salieron. 

-¿Qué impresión te quedo de trabajar con él?

-Fue muy placentero trabajar con él, es súper profesional, muy gracioso, le encanta contar mil anécdotas, muy fanático de Pink Floyd como yo, entonces no poníamos a discutir cuales eran los temas que más nos gustaban. En un momento de dice: “mirá…quiero que el solo suene como esto…” y pone Comfortably Numb de Pink Floyd y yo tocaba ese tema con mi banda también. Quien no idolatra ese solo, hasta Noel lo idolatra. Y dice él: “vamos a mandarle un mensaje a David (Gilmour) para ver si no quiero venir a tocar mañana”. Después no se dio pero fue un momento inolvidable. 

-En un momento te vinculaste y seguís vinculado a Coldplay ¿Cómo sucedió eso?

-Eso fue a partir de la relación con Noel (Gallagher) porque el círculo es muy chico dentro de lo grande que es Londres cuando estas en el círculo de audio, es muy chico. Todos se recomiendan con todos. El ingeniero de Noel con el que habíamos trabajado juntos en esa sesión, trabajó con Coldplay. Noel hizo varias cosas con Coldplay y me recomendó para que trabajara con ellos porque estaban buscando un ingeniero y alguien para producir. Empecé a hacer más carrera con ellos, hice un poco de todo musicalmente, ahora estoy de ingeniero, studio manager, produje algunas cositas con Dan Green que es uno de sus productores, hoy es “mi banda” estoy con ellos 100 por ciento.

-¿Cuáles son tus desafíos profesionales planteados para este 2023?

-Personalmente tengo un montón de proyectos de estudios, desde construir estudios nuevos, mezclar cosas nuevas, y lo que tiene Coldplay que es muy lindo es que no para de moverse en ningún momento y ningún sentido, desde los vivos, el diseño de los vivos, hasta publicidades, todo se está moviendo todo el tiempo”.

-Siempre estas abiertos a escuchar nuevas propuestas…

-Estoy abierto a trabajar con otras bandas así por los costados por más que Coldplay me ocupe la mayoría del tiempo. A mí me gusta la música y yo estoy abierto a trabajar con cualquier artista. Tengo mi proyecto, saque un disco nuevo el año pasado y estamos haciendo un diseño del show en vivo para presentarlo en diferentes espacios. Tengo otro proyecto electrónico con otro amigo, más allá de que el centro de la escena lo ocupa Coldplay.

Como músico, Tomas Crow, tiene dos álbumes editados. Su álbum debut fue Detoxify (2018) y su más reciente trabajo es Supersuperficial (2022)