La modelo Inés Rivero, ex top model argentina quien fue furor del modelaje en la década de los noventa junto a Valeria Mazza, confirmó que padece esclerosis múltiple. Actualmente, vive en Estados Unidos, donde se mudó hace muchos años. Desde allí, la también madre de Maia, de 18 años, contó que padece esta compleja enfermedad que deteriora y consume.

De acuerdo a lo que publicó el sitio Exitoína, en conversación con la revista Hola Argentina, Rivero, oriunda de la provincia de Córdoba, relató: “En enero del año pasado empecé a sentirme rara y a los cuatro meses me diagnosticaron esclerosis múltiple. Soy una afortunada: me la descubrieron temprano. Pudieron diagnosticarme porque tengo dos lesiones: una en la parte posterior izquierda del cerebro y otra en la espina dorsal”.

Sin embargo, uno de los "ángeles" de la marca de perfumería y lencería Victoria Secret, aseguró: "La enfermedad está en remisión; está latente, como dormida” y continuó detallando cuales fueron los síntomas que se le presentaron antes del diagnóstico. “Lo primero que noté fue que, cuando levantaba pesas, tenía que hacer más fuerza con el brazo derecho que con el izquierdo. Después, empecé a sentir unos calambres fuertes en el pie derecho y se me resbalaban cosas de la mano derecha. Tenía menos reflejos, no podía nadar en línea recta, el párpado derecho me temblaba bastante. Cada vez que notaba algo, buscaba en Internet y encontraba un denominador común: el sistema nervioso central. Otro día tuve una reacción en la piel: me ardía, me picaba. Fui a la dermatóloga y me recomendó que viera a un neurólogo”.

Siguiendo con la mayor cantidad de detalles el relato, la modelo respondió cuál fue el paso a paso hasta llegar a que le arrojen los resultados de su enfermedad. “Mi médico de cabecera me derivó con un especialista, que en un principio minimizó lo que le decía. Como soy insistente, conseguí que me hiciera una resonancia magnética. Salió una lesión en el cerebro y me mandó hacer un relevamiento del sistema nervioso central. Ahí apareció la segunda lesión: en la espina dorsal”.

Pese a que es una enfermedad grave, Rivero pudo descubrirla a tiempo y tratarla, por lo que hoy no presenta dificultades cognitivas o motrices. “Varía de persona en persona. En estos meses conocí a gente con manifestaciones fuertes de la enfermedad y diría que hasta me resulta incómodo decir que yo también la tengo. Si bien el panorama puede cambiar, tengo suerte de estar en este estadío. En mi caso, la esclerosis múltiple se ve muy poco. Tengo claro que puede despertarse en cualquier en momento y que la menopausia suele ser un disparador”.