La serie Chernobyl se ha convertido en el gran suceso del año. Los cinco episodios creados por Craig Mazin para HBO reconstruyen el desastre nuclear de 1986 en la entonces Unión Soviética de Mijail Gorbachov. Y para poder condensar la historia en tan pocos capítulos, Mazin se tomó algunas licencias. Aunque la historia es conocida, si no viste la serie, en esta nota vas a encontrar muchos datos que pueden arruinarte la trama. De modo que estás avisado: acá hoy muchos “spoilers”.

Infobae hizo una lista de los diez errores históricos de Chernobyl; algunos se reconocen hacia el final de la miniserie pero otros no.

En contacto con A diario (Radio 2), Oleksandr Zahorodnyuk, que trabajó en la limpieza tras la explosión y vive desde hace años en Argentina, puso buena distancia con la versión HBO de Chernobyl: "Los americanos hicieron el relato a su manera. No es tan real lo que se ve ahí", advirtió.

Repasemos algunas de los errores o licencias –según se mire– de la miniserie según Infobae:

1) Uno de los principales personajes de la miniserie no existió. La doctora Ulana Khomyuk, interpretada por Emily Watson, no es parte de la verdadera historia de Chernobyl. Esto se aclara en el final de la serie, pero Mazin se toma una licencia de más que no blanquea y es que en los 80 ninguna mujer ocupaba lugares de tanta jerarquía en la Unión Soviética, mucho menos un lugar en la mesa decisoria que presidía Gorbachov.

2) Apenas producido el desastre, uno de los métodos que se utilizó para mitigar las consecuencias de la radiación y el fuego, fueron grandes cantidades de arena, plomo y boro sobre el ardiente reactor. Tal como se muestra en Chernobyl se utilizaron varios helicópteros para la tarea. Lo que no sucedió es que en medio de esa actividad un helicóptero haya caído justo sobre el núcleo. Los pilotos de los helicópteros obedecieron los consejos de los especialistas y no se acercaron demasiado al núcleo ardiente y desnudo del reactor. Sin embargo, seis meses después, sí se desmoronó un helicóptero sobre la central nuclear e incluso el momento quedó filmado.

3) Otro “error” fue la hipótesis de una segunda explosión que advierte Ulana Khomyuk. La realidad indica que la probabilidad de una segunda explosión era escasa y no inminente como se dice en la serie y nunca podría haber tenido tamaño efecto de devastación.

4) La escena de los "voluntarios" que se sumergen en el agua radioactiva para cerrar una compuerta tampoco fue tan así. Tres fueron los que se internaron en las profundidades. Los mismos tres que aparecen en la serie. Alexei Ananenko, Valeri Bezpalov y Boris Baranov; pero no lo hicieron conmovidos por el discurso de Boris Shcherbina sino que fueron convocados por escrito en base a sus conocimientos, experiencia laboral y juventud. Por otro lado, el equipo con el que descendieron era menos completo y seguro del que se muestra en la miniserie: tan solo un traje de neoprene; ni siquiera tenían cubiertas sus caras.

5) Los mineros que debieron ingresar a las profundidades para cavar un túnel, a altísimas temperaturas, para que el uranio no llegara al Mar Negro y así impedir que el veneno se desparramara a través del agua por toda Europa, también existieron en la realidad pero no trabajaron desnudos.

6) Valeri Legásov fue el principal asesor científico del Kremlin en el desastre. A él escucharon los funcionarios. Sin embargo su papel no fue estrictamente el que le adjudica la serie. Los testigos dicen casi no haberlo visto en el campo. Su lugar de trabajo era un búnker subterráneo cercano a la zona de desastre. Naturalmente tampoco actuó solo. En muy pocos días un batallón de los principales especialistas fue puesto a trabajar al lado suyo por el poder político. Tanto su rol como el del ministro Boris Shcherbina están magnificados en virtud de la economía narrativa. En ellos dos se depositan las principales decisiones y dilemas de la cuestión. Las decisiones se tomaban en un enorme comité integrado por políticos, burócratas, jefes militares y científicos.

7) Los tres responsables de la planta, los tres que terminarían recibiendo las condenas más fuertes –Viktor Bryukhanov, Nikolai Fomin, y Anatoly Dyatlov– están retratados sin demasiados matices, algo caricaturizados. Además, se omite la participación de Dyatlov en otro accidente nuclear mientras era ingeniero jefe de una planta de submarinos nucleares. La radiación que recibió en ese episodio se suponía que debió haberlo matado, pero no lo hizo. Pero un año después murió un pequeño hijo suyo de leucemia. Se cree que debido a la contaminación con radiación que Dyatlov llevó a su hogar.

Junto a ellos, que recibieron una condena de diez años, otros tres fueron condenados en el juicio: Yuri Laushkin, ingeniero jefe, y Boris Rogozhin y Aleksandr Kovalenko, directores del Reactor 4 (el que explotó), recibieron penas inferiores que no pasaron los cinco años de prisión.

8) Los efectos de la radiación están mostrados muy bien. Los operarios toman rápidamente el “bronceado nuclear”: sus caras se vuelven rojas o marrones por efecto de la radiación liberada. Sin embargo, en las víctimas de la catástrofe nuclear ese proceso fue paulatino y no inmediato como muestra la serie. Sí sufrieron quemaduras espantosas quienes entraron en contacto directo con los materiales radiactivos.

9) Los bomberos no tuvieron que combatir fuego en el techo de la planta tal como muestra la serie. Tampoco salió de las entrañas de la central destruida un rayo vertical azul que se dirigía al cielo en medio de la noche. Aunque sí sobrevolaba un halo indefinible, una tenue nube de ese color producto de algo que se conoce como "la radiación Cherenkov".

10) Finalmente, el otro gran desvío es el desarrollo del juicio que se entiende en la necesidad de los guionistas de conseguir que la historia se entienda y mantenga el ritmo. El juicio duró varios meses y no fue tan ágil ni didáctico como muestra la serie. Ni tan siquiera participó Legasov, el personaje principal de la serie, participó de las audiencias en la vida real. O sea, no hubo tarjetas rojas ni azules.