Marty Friedman es un reconocido guitarrista. Y lo de "reconocido" tiene varios significados. Es un virtuoso con chapa a escala planetaria. Es capaz enhebrar música oriental y metal neoclásico con thrash, rock progresivo y jazz. Y lo es también por haber sido la guitarra líder en Megadeth durante los '90, hasta que dijo "adiós" y se fue a vivir a Japón.

El violero tocará por primera vez Rosario el miércoles 4 de abril en teatro Vorterix Rosario, junto a los músicos japoneses Jordan Ziff, en guitarra; Omega Charge, en batería; y la bajista Kiyoshi Manii.

Friedman desembarcará en la ciudad en el marco de la gira mundial de presentación de Wall of Sound, su último disco. Antes del recital en la ciudad, tipeó respuestas para las preguntas de Rosario3.com.

En la entrevista, avanzó sobre el show, desistió de la idea de que lo suyo sea “mixturar géneros” y se refirió a la libertad con que compone y graba: "Estaría bien sacar un hit, pero no es algo que pueda forzar"

Además, se refirió a la música en tiempo presente –"la que hago en este momento es mi prioridad absoluta"–, empató el actor de tocar la guitarra con una función cotidiana –"es como comer"– y contó que tiene una biografía “casi terminada”.


—¿Cómo es el show en el que presentás "Wall of Sound", tu último disco? 
—Va a ser el show instrumental más enérgico, excitante y adrenalínico que hayan visto. Si tenemos suerte, también habrá algunas lágrimas y se les pondrá la piel de gallina.

—En la placa cruzás distintos géneros. Y si bien es algo en lo que venís trabajando, en este disco lograste una síntesis que recibió buenas críticas. ¿Esa fue la sensación que tuviste mientras lo grababas?
—No siento que esté mixturando géneros. Simplemente, siento que hay ciertas músicas que tengo que sacar de mi cuerpo, música que tengo que hacer, y no considero realmente ningún límite en cuanto a géneros. Eso es algo bueno respecto de la compañía discográfica, que me da completa libertad para hacer exactamente lo que quiero hacer, sin forzar ningún hit. Estaría bien sacar un hit, pero para mí no es algo que pueda forzar.

—Tras dejar Megadeth, te radicaste en Japón y te convertiste en una personalidad popular en la televisión. ¿Qué representaron para vos ese cambio cultural (que incluyó aprender otro idioma y otro alfabeto) y la posibilidad de hacerte un nombre más allá de tu pasado musical?
—Cuando hacés un trabajo variado dentro de la televisión alcanzás a personas de todo tipo, de cualquier edad. Muchas de esas personas no son para nada seguidores de música. Por supuesto que los fans de la música también miran televisión y conocen mi pasado musical, como también la música que hago en este momento. Yo no hablo de mi música pasada en televisión, porque es el pasado. La música que hago en este momento es mi prioridad absoluta, eso es lo que capta mi atención. En este momento, Wall of Sound es la música que deseo que la gente escuche. Si la gente descubre la música que hice en el pasado, también es grandioso: soy feliz por el hecho de que alguien disfrute cualquiera de mis músicas. Y hacer televisión en un idioma diferente es un gran desafío, que disfruto. Incluso ahora, después de haber hecho más de 700 shows televisivos, todavía siento que es una experiencia de aprendizaje. Sólo que ahora es mucho más fácil que cuando empecé.

—¿Te acordás de cuál fue la primera canción que aprendiste a tocar en la guitarra?
—Una canción muy extraña de Rush, “Bacchus Plateau".

—Estás escribiendo una biografía, ¿qué tan avanzada está? ¿Hay un capítulo dedicado a Megadeth en el libro?
—La biografía está casi terminada. Estuve trabajando en ella por dos años y en este momento está siendo editada. El libro va a cubrir todo, desde mi juventud, pasando por todas mis bandas y todo tipo de detalles acerca de mi vida en Japón.

—¿Escuchaste en el último tiempo a algún guitarrista que te haya impresionado?
—El guitarrista de mi banda, Jordan Ziff, me impresiona todas las noches en el escenario. Lo van a ver en Rosario. ¡Es un monstruo!

—¿Cómo te definirías como guitarrista? 
—Para mí, tocar la guitarra es como lavarme los dientes o comer, es simplemente algo que hago, todos los días, sin pensar realmente en ello. Simplemente soy un agradecido por el hecho de que haya gente que disfruta al escuchar mi música.