Newell's parte, a priori, como uno de los equipos mejor armados de esta incipiente Liga Profesional. A vuelo de pájaro, el repaso de nombres asusta: tener en el mismo bando a Maxi Rodríguez, Pablo Pérez e Ignacio Scocco (jugadores top del torneo), con otros que acompañan, genera expectativa de buen fútbol y mucha ilusión en los hinchas.

Pero todos sabemos que la acumulación de nombres en una misma camiseta no siempre es sinónimo de un andar confiable y (sobre todo) de resultados. Abundan los ejemplos de formaciones lujosas que se quedaron sólo en lo nominal por no contar con una estructura que los contenga. En Newell's hay algo más que despierta esperanzas: la convicción en una idea que se transmite nítidamente de parte de un entrenador confiable.

Hasta que la pandemia detuvo el fútbol, la Lepra pintaba para ser protagonista de la vieja Superliga. Hoy, siete meses más tarde, la perspectiva es igual (o más) de auspiciosa, basada en la permanencia de la mayoría de los integrantes del equipo de principios de año sumada al arribo de uno de los últimos grandes ídolos del club: Ignacio Scocco. Un delantero exquisito y feroz que llega óptimo a tratar de ponerle fin a su carrera con otra gran alegría.

Lema ya no está y hasta ahora, Kudelka no encontró otro central confiable.


Lo único (y no menor) que puede anotarse en el debe es la salida de Cristian Lema, que hasta ahora no ha podido ser resuelta por ninguno de los zagueros centrales que el DT probó: ni Fontanini (que arrancará como titular) ni Manuel Guanini, que llegó para ser refuerzo pero no convence. Tan es así que hasta buscaron a otro defensor proveniente del ascenso, Manuel Capasso, quien es toda una incógnita.

Lo que tranquiliza, en el aspecto defensivo, es que Newell's tiene un gran arquero como Alan Aguerre y un caudillo como Santiago Gentiletti, que seguramente van a ordenar al que le toque jugar en el puesto de 2. Los laterales, Gabrielli y Bíttolo, ya conocen de memoria sus libretos, aunque habrá que ver qué pasa son sus continuas excursiones a campo rival: si son bien relevadas, como pasaba antes, las seguirán haciendo; si no, quizás las moderen y eso le cambie la fisonomía al ataque ñubelista.

Por lo demás, se quedó el “motorcito” Julián Fernández, que estará bien rodeado por Cacciabue, Aníbal Moreno o el juvenil Nicolás Castro para darle la pelota redonda a Pablo Pérez; y arriba está sin dudas lo mejor: a los atributos ya conocidos de la Fiera y de Nacho se les suma el buen momento del tucumano Palacios, que anduvo fino con el arco de enfrente en los amistosos (Newell's terminó invicto) y que le dará al ataque la dosis de explosión y velocidad necesarias.

No hay dudas: Newel's está entre los conjuntos con más herramientas para luchar hasta las últimas instancias. Habrá que ver cómo se desenvuelve en un torneo con un formato diferente (serán solo seis partidos para clasificarse a la segunda fase) y si logra sortear el nivel de dificultad que le impondrá el grupo más parejo de todos: contra Boca, Lanús y la T cordobesa. Este viernes empezaremos a saberlo.