La familia del futbolista de Unión de Santa Fe Imanol Machuca, cuya vivienda fue blanco de una balacera en Roldán, dijo que en los días previos al atentado sufrió amenazas anónimas.

Jonatan Machuca, hermano de Imanol, aseguró que los aprietes comenzaron luego de que su padre perdiera un teléfono celular a comienzos de semana.

“Mi viejo perdió un teléfono el día lunes en Rosario. Desde ese día, como su celular no tenía el bloqueo que hoy en día usan todos, lograron desbloquearlo y vieron que mi hermano juega en Unión de Santa Fe”, contó Jonatan a El Roldanense.

“Sacaron mi número, el de mi hermano y el de mi mamá. Desde ese momento, comenzaron con los mensajes y llamados de amenazas”, describió.

En un principio, la familia Machuca no tomó en serio los aprietes, que escondían pedidos extorsivos.

“En las llamadas nos pedían plata, casa, auto, y, si no, iban a atentar contra la familia. Incluso nombraron a mi hermanos y mis hijos”, dijo Jonatan, que agregó: “Lo sucedido nos dejó en shock. Mi hermano es jugador de primera. Los culpables sabían que está pasando un buen momento y nos decían que nos iban a secuestrar”.

Mientras los Machuca atravesaban ese trance, trataron de que el futbolista no se viera afectado. “Nosotros pensamos mucho en él, en su actualidad, y no lo queremos opacar. Para que te des una idea, él se enteró ayer a la tarde (por el miércoles) de las amenazas”, añadió.

El miércoles a las 22.20, la vivienda de San Luis al 1200, en el barrio El Charquito, donde vive la familia Machuca, recibió ocho balazos.

Más tarde, en la ruta 9 personal policial interceptó un vehículo sospechoso y detuvo a sus ocupantes. Dentro del Renault Megane los uniformados hallaron dos vainas servidas, indicaron.

Los detenidos Lucila Ayelén A. y Matías D. L. R. serán imputados este sábado por la mañana en el Centro de Justicia Penal (CJP), según la Oficina de Gestión Judicial (OGJ).