Tres jefes policiales y un cuarto hombre fueron detenidos en las últimas horas en la ciudad de Santa Fe acusados de integrar una banda que, entre otros ilícitos, copó en noviembre pasado una subcomisaría en la localidad de Arroyo Leyes para robar en una vivienda lindera donde creían que había una elevada suma en dólares, indicaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Los policías detenidos fueron identificados con las iniciales L.A., G.L. y M.M., quienes prestaban servicios en las comisarías de Recreo y Monte Vera, y uno de ellos en el Centro de Monitoreo Municipal de Santa Fe. En tanto, el civil es A.M., quien estuvo detenido por un robo ocurrido en la localidad de Arocena.

Las detenciones se concretaron en el marco de seis allanamientos ordenados por la fiscal María Laura Urquiza, del área de Criminalidad Organizada del MPA, a cargo de la investigación por el copamiento de la dependencia policial de Arroyo Leyes, cometido el 16 de noviembre de 2022.

En la misma causa están detenidos otros cinco hombres, uno de ellos un comisario, imputados por asociación ilícita que, de acuerdo con la investigación de la fiscal Urquiza, involucra también a los apresados en las últimas horas.

La investigación se inició a partir de la irrupción de varios hombres vestidos con uniforme policial en la subcomisaría de Arroyo Leyes, donde maniataron a dos policías de guardia para luego trasladarse a una vivienda vecina, donde pensaban hallar un botín de 200.000 dólares.

Las primeras detenciones se concretaron en enero pasado, cuando fueron apresados el comisario Sebastián Palavidini y los civiles Fabián López, Martín Viña, Hernán Sosa y Luis Leguizamón.

La fiscal Urquiza imputó a Sosa y a Viña como coautores de robo calificado por el empleo de arma de fuego, a Leguizamón y a López como partícipes necesarios y al comisario Palavidini como partícipe principal, todos con prisión preventiva dictada por la jueza Rosana Carrara.

La Fiscalía sostiene que Viña, Sosa y Leguizamón fueron trasladados hasta la subcomisaría por el remís de López junto a otros hombres y una vez allí les robaron pertenencias y las armas reglamentarias a los policías de guardia.

Tras ello, en un móvil policial se dirigieron hasta una vivienda situada a unos 50 metros, donde se encontraba una pareja a la que engañaron haciéndose pasar por policías.

La Fiscalía cree que los ladrones tenían el dato que allí había 200.000 dólares, pero en realidad se alzaron con 30.000 pesos y dos teléfonos celulares, entre otras pertenencias de los dueños de la casa.

Tras concretar el robo, los integrantes de la banda huyeron en un Peugeot 207 de las víctimas y en una camioneta patrullera Volkswagen Amarok, que en ambos casos dejaron abandonados en distintos lugares de la ruta provincial 1.