Otra vez, una investigación por hechos de extorsiones condujo a un preso alojado en una cárcel provincial. La mira estuvo de los detectives estuvo puesta en el penal de Coronda, donde este miércoles hallaron un celular en poder del recluso investigado. A la par, hubo ocho allanamientos en Rosario y General Lagos que arrojaron el secuestro de tres armas de fuego y cuatro demorados, indicaron fuentes de la Agencia de Investigación Criminal.

En lo que ya se transformó en un lugar común de las tramas narcocriminales locales, la fiscalía detectó que un detenido que ingresó al sistema penitenciario por hechos de robo o encubrimiento será imputado ahora “jefe de asociación ilícita”, puesto que intervenciones telefónicas y otras medidas detectaron que posee poder de mando sobre una pequeña gavilla que cumplía sus designios en la calle.

Una de los antecedentes que trascendieron del recluso –identificado como Guillermo Leandro G., de poco más de 20 años–, tuvo lugar en mayo de 2020 en Pueblo Esther, de donde es oriundo. La policía lo detuvo al mando de una moto robada y en poder de una pistola, según reseñaron fuentes del caso.

Las armas incautadas en barrio Ludueña.

Poco más de tres años después, el fiscal Rébola lo acusará de las extorsionar a un hombre de 47 años radicado a metros de la terminal de Rosario. Una causa cuyos pormenores se conocerán en la audiencia imputativa prevista para este viernes, indicaron fuentes judiciales.

A la par, la AIC Balaceras encabezó allanamientos en Harding al 1300, Carrillo al 900, Nueva York al 100, Larrea al 3300, Laprida al 6200, Sadi Carnot al 6000, Minetti al 2100, en Rosario; y en Islas Malvinas 200 de General Lagos.

Cuatro personas quedaron demoradas a disposición de la fiscalía. En uno de los domicilios –Minetti al los agentes secuestraron tres armas de fuego: un revólver calibre 38, una pistola calibre 11.25, un revólver calibre 22 y cientos de cartuchos. Además, se incautaron de unos 680 mil pesos.