Dos jóvenes fueron acusados esta semana de regentear una pyme transa en Donado y Derqui, un enclave del Fonavi Supercemento no exento de balaceras y disputas territoriales. Una investigación de la División Microtráfico de la Policía de Investigaciones (última encarnación de la vieja Dirección de General de Drogas Peligrosas) dio cuenta de que la dupla tenía a cargo soldaditos menores de edad, había mandado a usurpar el domicilio de un adicto –cuya familia quedó en la calle–, y además tenía una especie de aguantadero en barrio Refinería, lejos de la plaza de venta.

El lunes Emanuel Pelatti (27), conocido como Ema San la Muerte, y Alan Maldonado (24), apodado Milhause, comparecieron ante el juez Florentino Malaponte y fueron imputados por el fiscal Fernando Dalmau del delito de tenencia de drogas con fines de comercialización.

La imputación, a grandes rasgos, señala que ambos entregaron material estupefaciente con fines de venta en un terreno fiscal, más precisamente una “edificación de material de ladrillo hueco revocado con puerta de chapa negra” en Derqui y Donado, donde operaban al menos cinco vendedores o soldaditos en el periodo del 31 de enero y el 18 de febrero de 2024.

El legajo penal es una de las pocos de mediana complejidad que se conocieron desde que rige la ley de desfederalización de causas menores por venta de drogas. Hubo una investigación. Los policías filmaron a los sospechosos, hicieron seguimientos y obtuvieron testimonios de vecinos para luego realizar los allanamientos, el pasado 16 de marzo.

Por lo pronto, a Pelatti y Maldonado les impusieron prisión preventiva por 90 días. A la audiencia también llegó un joven de 19 años, un estudiante de secundaria con domicilio en barrio Belgrano, a quien le atribuyeron poner el cuerpo para la venta. Por acuerdo de partes, este quedó en libertad, pago de fianza mediante y reglas de conducta. Otro de los vendedores es un adolescente de 16 años, cuya situación procesal depende del Juzgado de Menores.

La causa tiene sus particularidades. Tanto Pelatti como Maldonado no están radicados en la zona donde se les atribuye operar, sino en el Fonavi de Rouillón y Juan XXIII (ex Biedma), a más de 6 kilómetros.

El 11 de febrero, según explicó la fiscalía a partir de la investigación policial, la dupla entregó una partida de drogas en Donado y Derqui y luego se dirigió a un domicilio de Rawson al 400 bis, a metros de la avenida Carballo, en pleno barrio Refinería. Ese domicilio fue uno de los allanados el sábado pasado. Allí identificaron a un hombre de 53 años, Damián R., y secuestraron apenas 15 dosis de cocaína.

Más allá de ese magro secuestro, los informes basados en testimonios anónimos señalaron que la dupla tenía amenazados a varios vecinos de la zona de Derqui y Donado y utilizaba a menores de edad como vendedores, con especial mención a un soldadito con domicilio en Santa Fe al 7700.

También, de acuerdo con los informes, los imputados estarían detrás de la usurpación de un domicilio fiscal ubicado en el complejo de viviendas que supo pertenecer a una persona “enferma por adicciones” que quedó en la calle al igual que su familia. Además, mencionaron el caso de una mujer, cuya vivienda fue blanco de una balacera y un ataque incendiario el 17 de febrero.

Polirubro

Pelatti cayó detenido una semana antes de los allanamientos por narcomenudeo. Ya se encontraba investigado cuando el sábado 9 de marzo protagonizó un robo en Vera Mujica al 3600. Junto con dos cómplices abordó a una mujer y le arrancó un bolso con más de dos millones de pesos tras romper la ventanilla de su vehículo. Después de una persecución, lo arrestaron en inmediaciones de Espinillo y Juan XXIII. Según fuentes judiciales, ya posee un antecedente condenatorio en la Justicia Federal.

Maldonado, en tanto, cayó el sábado en un departamento, también en Espinillo al 3700. Luego se supo que tenía otra causa abierta. El 23 de diciembre personal de la subcomisaría 22ª lo detuvo cuando portaba una pistola calibre 11.25 en Donado y Chubut, por lo que había sido imputado y se encontraba en libertad.