Mónica Santo, la viuda negra radicada en San Nicolás que la semana pasada fue detenida tras un tendal de denuncias, sigue sumando víctimas. En las últimas horas, a raíz de la exposición del caso en la prensa local y regional, un rosarino de 73 años la reconoció como la mujer que lo dopó y robó en Villa Constitución el mes pasado. La cita había sido pactada por Tinder.
Santo, oriunda de Misiones, ya arrastraba una condena y enfrenta causas abiertas del año pasado por su modus operandi, que combina el sondeo de redes sociales, la seducción y el uso de somníferos. Por su reiterancia, días atrás la Justicia bonaerense le negó la excarcelación. Su novio, un hombre de Empalme Villa Constitución, también se encuentra ligado al proceso penal como presunto cómplice de robos y defraudaciones.
La última novedad del caso llegó el martes desde Villa Constitución. En la Comisaría 1ª se presentó un rosarino de 73 años que contó que el 5 de noviembre conoció por Tinder a una mujer que se presentó como Mónica. Tras el match, se encontraron en Perón y Daniel Segundo. Luego fueron a un parque, pero después de tomar un mate ofrecido por ella, el hombre no recordó más nada.
Dijo que, mientras intentaba recuperar la conciencia, escuchó la voz de un hombre y alcanzó a sentir golpes y patadas. Cuando finalmente recobró el conocimiento, estaba en una cama del Samco de Villa Constitución. Desde allí lo derivaron a un sanatorio privado de Rosario, donde permaneció internado 48 horas. En ese lapso advirtió que le habían robado 480 mil pesos, algo más de 100 dólares y un celular. Por ese trance, tuvo secuelas de temblores y dolores.
El jueves de la semana pasada, la imagen de Mónica Santo circuló por portales del norte bonaerense y del sur santafesino. Rosario3 publicó la noticia bajo el título Cayó otra vez Mónica, célebre viuda negra de San Nicolás investigada por drogar a taxista rosarino. El hombre que vivió el calvario en Villa Constitución la reconoció como su cita de Tinder.
Cómo sigue la causa
El viernes, el juez de Garantías Ricardo Prati rechazó la excarcelación de Santo y ordenó su traslado a la Unidad Penal 3, en Buenos Aires. La medida se hará efectiva una vez que el Servicio Penitenciario confirme la existencia de cupo.
La mujer, de 42 años, fue apresada hace una semana en el marco de un allanamiento en su vivienda del barrio Belgrano de San Nicolás. En el lugar, los pesquisas bonaerenses secuestraron prescripciones médicas y fármacos, que serían las utilizadas para consumar los ataques.
Santo está acusada de cometer numerosos ilícitos bajo la modalidad viuda negra. Las últimas denuncias incluyen cuatro robos y una defraudación informática. Las víctimas son de Rosario, Villa Ramallo y San Nicolás. Estos hechos se suman a otros cinco que están en trámite y a una condena previa de dos años en suspenso, todos por delitos de la misma naturaleza.
La indagatoria por las nuevas denuncias se realizó el mismo día de la detención en la UFI Nº 1, a cargo de la fiscal Verónica Marcantonio. Santo se negó a declarar y quedó formalmente imputada por robo (cuatro hechos) y defraudación por el uso ilícito de tarjeta de compra, débito o crédito.
Según la Fiscalía, la viuda negra contactaba a hombres por Tinder buscando entablar algún tipo de relación. Una vez concretado el encuentro, se las ingeniaba para hacerles ingerir una sustancia que les hacía perder la conciencia. Con la situación dominada, les robaba dinero en pesos y dólares, joyas, celulares y otros elementos. Además, utilizaba sus tarjetas para realizar compras.
Las denuncias recientes fueron radicadas por dos hombres de Rosario que, en distintos episodios, resultaron víctimas. Uno de esos casos se conoció tras un accidente vial: el conductor que embistió a otro vehículo dijo no recordar nada ni saber cómo llegó allí. Le contó a la policía que solo recordaba haberse encontrado con una mujer que conoció por redes sociales y que lo citó en San Nicolás. Tras tomar mates en un parque a la vera del río, perdió la conciencia y no supo más nada. Fue el 11 de noviembre.
Luego comprobó que le faltaban pertenencias, entre ellas la billetera y un celular. El año pasado, Santo ya había sido detenida por varias denuncias similares y fue liberada días después bajo el argumento de que es madre de cinco hijos. En aquel entonces, la investigación estuvo a cargo de la Fiscalía Nº 15, que había pedido sin éxito que permaneciera detenida.
