El tribunal integrado por los jueces Ismael Manfrín, Gastón Becerra y Juan Carlos Curto deberá determinar si Andrés Soza Bernard y Omar Darío Mortier son los responsables de haber cometido el homicidio de Fabricio Zulatto, quien fue ejecutado de tres tiros en la cabeza y enterrado en la letrina de un búnker en Génova al 2100.

La audiencia de ayer comenzó con los alegatos de la fiscal Georgina Pairola, quien solicitó prisión perpetua para los dos acusados luego de relatar a los jueces su teoría del caso. Para la fiscal, Zulatto fue víctima de un plan previamente concebido entre ambos imputados: Soza Bernard le ofreció 20 mil pesos a Mortier para que lo ayudara a matar al joven, con quien se había peleado luego de un “comentario desafortunado”.

La teoría del caso para el Ministerio Público es que Soza Bernard le vendía droga a Zulatto y, cuando a este no le alcanzaba el dinero, se la entregaba a cambio de que lo trasladara en su auto. Así fue como Zulatto llegó al búnker el día en que fue asesinado, el 9 de agosto de 2016. Fue golpeado duramente y rematado de tres disparos en la cabeza. Acto seguido, Soza Bernard abandonó el lugar para hacer desaparecer el vehículo del joven y dejó a Mortier y a un amigo la tarea de enterrar el cuerpo. Este último fue quien aportó el principal testimonio, indicando dónde, cómo y por quién había sido asesinado Zulatto. Sin embargo, esta persona no declarará en el juicio porque actualmente se encuentra prófugo.

Cuando fue el turno de los alegatos de la defensa, la abogada Gabriella Valli sostuvo que la fiscalía sólo cuenta con meros indicios que no pueden ser considerados prueba decisiva para condenar a Soza Bernard. A su entender, la única razón por la cual su defendido está acusado es el testimonio de una persona imputada en la causa que lo acusó a él y a otros con un discurso que le sirvió para obtener la libertad, “una historia armada en su beneficio” que la fiscalía “compró sin miramientos, aún cuando en los albores de la investigación se presentaban otras hipótesis que no fueron investigadas”. Seguidamente solicitó la absolución de Soza Bernard por el beneficio de la duda.