Siete maleantes coparon en la madrugada del jueves la subcomisaría 20ª de la comuna de Arroyo Leyes, en el Departamento La Capital, redujeron a dos uniformados que estaban de guardia, se hicieron de armamento y fueron a robar a una casa vecina a la seccional.

Hugo, la víctima de este asalto posterior, expresó sus reparos en torno del accionar policial al que calificó de “muy raro”.

Existe la hipótesis de que la toma de la seccional no fue más que una forma de que los asaltantes se garanticen impunidad para irrumpir en su vivienda con un dato que, a la luz del magro botín, era erróneo.

Al momento del asalto, Hugo estaba durmiendo con su pareja en su casaquinta. En diálogo con la periodista del El Tres Ivana Fux, el hombre reconstruyó ese duro momento: “A la 1.53, después de reducir al personal policial, a 30 metros de mi casa, vinieron a presionarme para que les dé dinero. Como no había, se retiraron después de atarnos”.

Los maleantes, seis a pie y un piloto, estaban armados con dos pistolas 9 milímetros y una itaka y aducieron “un operativo de requisa” para ingresar al lugar.

“Uno o dos tenían vestimenta policial, tenían «tonada tumbera» y algunos tenía la cara tapada”, agregó Hugo.

Ese trance duró unos 20 minutos, dijo. Le pidieron dinero y se terminaron llevando “unas pavadas”: 30 mil pesos, tres termos, celulares. Finalmente, los delincuentes se fueron en el Peugeot 207 de su propiedad y en el patrullero.

Lo extraño vino después. Hugo consiguió desatarse rápidamente y al cruzar a la comisaría se encontró con los dos agentes “en el limbo”. Aún no habían llamado a la Central 911, aseguró.

“Había dos policías que supuestamente se habían desatado recién. Estaba todo impecable, no había nada desordenado. Mi novia quería llamar a su hijo y no le prestaron el teléfono celular”, aseguró.

Por la parsimonia de los agentes, cobraron relevancia los dichos de los asaltantes al momento del atraco, especuló. Hugo escuchó que decían: “Estén tranquilos que tenemos tiempo”.

Posteriormente, fueron hallados el patrullero y el Peugeot 207. Este último, con impactos de bala en jurisdicción de Colastiné. La camioneta, en San José del Rincón. A la altura de esta ciudad, se informó, se produjo un enfrentamiento entre personal policial y los fugitivos, que pudieron escapar.

El esclarecimiento del extraño suceso está a cargo de la fiscal capitalina Rosana Peresín.