Evitar el tabaquismo y el excesivo consumo de alcohol ayuda a prevenir el cáncer de cabeza y cuello, enfermedad que causó la muerte de 946 personas durante 2019 en la Argentina, señaló la Sociedad Argentina de la Voz (SAV), en el marco del Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello que se conmemora este martes.

Para el cáncer de cabeza y cuello existen factores de riesgo vinculados a la alimentación, a lo físico y a lo ambiental, señalaron, y agregaron que “particularmente, en este tipo de tumores hay dos hábitos que poseen una alta incidencia en su desarrollo: el tabaco y el alcohol, que consumidos juntos se potencian mutuamente”.

Se estima que cerca del 75% de este tipo de tumores aparece como consecuencia del excesivo consumo de alcohol y tabaco.

Existen trabajos epidemiológicos que muestran que quienes ingieren alcohol y fuman tabaco poseen un riesgo mucho mayor de presentar cáncer de la cavidad oral, de faringe (garganta) y de esófago que las personas que consumen solo alcohol o solo tabaco.

Los riesgos que están asociados con el uso del alcohol y del tabaco se multiplican en los cánceres de boca y de faringe.

La enfermedad puede comprometer la laringe, garganta, labios, boca, nariz y glándulas salivales, las glándulas tiroides y paratiroides y presentarse con disfonía, dificultad para tragar, llagas en la boca o sangrado de la nariz.

Aquellas personas que tienen una ingesta de alcohol “moderada” presentan aumentado en 1,8 veces el riesgo de cáncer de cavidad oral (excluyendo los labios) y de faringe, y tienen 1,4 veces riesgo mayor de cáncer de laringe en comparación con quienes no beben.

En tanto, quienes consumen alcohol ‘en exceso’ tienen 5 veces más riesgo de cáncer de cavidad oral y de faringe y 2,6 veces más riesgo de cáncer de laringe.

Si bien los odontólogos y los otorrinolaringólogos son quienes detectan mayoritariamente los casos, cualquier médico clínico o dermatólogo puede advertir los síntomas.

La SAV afirmó la necesidad de acudir de forma temprana ante la aparición de síntomas, ya que, detectada a tiempo, es una patología con una tasa de cura cercana al 80 por ciento.

Subrayó que “la recomendación cobra todavía mayor importancia, ya que debido a la cuarentena y al confinamiento mucha gente postergó sus controles médicos de rutina”.

Iris Rodríguez, médica otorrinolaringóloga y miembro y fundadora de la SAV dijo que “sabemos que durante las primeras etapas de la pandemia y de las restricciones propiciadas por la cuarentena, mucha gente concurrió menos a controles médicos”.

Rodríguez resaltó que “es fundamental que las personas no dejen de hacer la consulta con los profesionales” porque “están dados todos los protocolos para prevenir el contagio de Covid-19”.

Destacó que “ante la aparición de úlceras, llagas que no curan dentro de los primeros 15 días, aumentos de volumen en algún punto dentro de la región anatómica, alteraciones de la voz que duren más de dos semanas, sangrado de nariz frecuente, adenopatías (ganglios) y cambios de coloración de los tejidos, deben realizar una pronta consulta para llegar a un diagnóstico precoz”.

Según un relevamiento del Conicet realizado en 2020, durante la cuarentena se duplicó el número de quienes no toman bebidas alcohólicas, pero se triplicó la cantidad de personas que tomaba todos los días: en el grupo de 35 a 44 años casi se cuadruplicó (de 4,6% a 18,1%).

Otro estudio, realizado en mayo de 2020 a nivel nacional, señala que 1 de cada 5 argentinos (20%) reconoció haber fumado con mayor frecuencia durante la última semana, situación más común entre los ciudadanos de 30 a 49 años de edad (26%).

También existen otros factores de riesgo, como por ejemplo la infección por el virus de papiloma humano (HPV).

Hay identificadas más de 100 cepas de HPV, pero las más asociadas al cáncer de cabeza y cuello son las 16 y la 18, motivo por el cual se recomienda la profilaxis en la práctica de sexo oral tanto para hombres como para mujeres.

Cada año, se calcula que a nivel mundial unas 350.000 personas en el mundo fallecen por cáncer de cabeza y cuello.