Es en homenaje a los investigadores Frederick Grant Banting, médico investigador canadiense, y Charles Best, quienes lograron sintetizar la hormona insulina y luego de varios ensayos fue suministrada por primera vez en un joven diabético de 14 años que mostró un avance significativo en su enfermedad. Este hallazgo cambió la historia de vida de los pacientes que sufrían diabetes tipo 1, en general pacientes infantiles que tiene el déficit de insulina y un mal pronóstico de vida.

Es para recordar este momento histórico que nos permite ayudar a tomar conciencia sobre esta enfermedad y su control.

Por esta razón rosasio3.com consultó con el doctor Roberto Parodi, especialista en Clínica Médica, Profesor adjunto de la Cátedra de Clínica Médica de la Facultad de Medicina de Rosario, dependiente de la UNR, y al preguntar les sobre si esta enfermedad es de alta prevalencia, respondía: “Sí. Todas las curvas que se proyectan de incidencia y prevalencia marcan a esta enfermedad que según estiman los científicos será la gran epidemia de las enfermedades crónicas no trasmisibles. Y lo será de la mano del crecimiento de la obesidad, del sobre peso y de los hábitos alimentarios no saludables, además de los cambios en el estilo de vida sobre todo en occidente, como el sedentarismo”.

¿Se diagnostica fácilmente?

Ha habido fracasos ya que cada día sabemos más sobre estas enfermedades, y sobre la diabetes también, pero la población está sub diagnosticada, lo que habla de un fracaso, ya que el simple control, el concurrir al médico y hacerse los análisis de rutina, cambia la situación, permite acceder al diagnóstico y se comienza a tomar las medidas correctivas. Lo que ocurre es que como estamos en  presencia de enfermedades A – SINTOMÁTICAS, el inconveniente se presenta cuando, al aparecer los síntomas,  la enfermedad ya ha tenido la oportunidad de generar deterioro. Por eso es tan importante la PREVENCIÓN; y en ella el médico, el paciente y la sociedad actuando conjuntamente podemos HACER MUCHO. Este debe ser el mensaje esperanzador, PODEMOS HACER MUCHO desde la prevención, sólo que hay que decidirlo haciéndonos cargo del CUIDADO DE NUESTRA SALUD.

¿Qué podemos hacer nosotros? ¿Cambios nuestros hábitos?

Sí. Por eso lo de concientizar. E invitar a nuestros pacientes a prevenir la aparición de esta enfermedad o retardar su aparición en aquellos que tienen la carga genética para desarrollarla. De todos modos, si bien hay factores genéticos que influyen, lo ambiental y el estilo de vida donde la alimentación y los hábitos poco saludables repercuten   directamente sobre nuestros organismos, son factores determinantes.

Hoy podemos hacer mucho, tomando medidas que han demostrado ser muy efectivas, demostradas mediante trabajos científicos, como son los cambios en la alimentación e incorporando el ejercicio y el movimiento con frecuencia diaria.

Para muchos ser diabético en el futuro depende de cada uno. Y es aquí donde debemos poner énfasis en la prevención.

RECOMENDACIONES

“Primero, anticiparse. La primera impresión que tenemos algunos médicos en nuestros consultorios es que el paciente que, a la edad adulta, entre 35 y 60 años, a quienes les diagnosticamos la enfermedad DIABETES, arrastran una historia que los condujo a la misma, el comienzo es con el aumento de peso y la clásica pancita. Son las personas que han abandonado la actividad física, que dejaron de practicar deportes, no se cuidan en las comidas. Sedentarismo y cambio de hábitos alimentarios poco saludables se instalan en sui cotidianeidad. Y es éste el llamado de alerta. Los pacientes deberían comenzar en este momento con una tarea consciente preventiva.

En esas personas se nota que en sus análisis de rutina comienza a crecer la glucemia, los triglicéridos están un poco alterados. Además, algo ostensible y poco tenido en cuenta es el aumento de peso, etc.

Sabemos que a todos nos cuesta hacer ejercicios, ser disciplinados y constantes, como cuesta incorporar hábitos alimentarios saludables.

En general recurren ante sí a explicaciones que les parecen razonables sin poner en práctica medidas simples que puedan transformarse en aliados de su estado de salud. Ejemplos, ir caminando al trabajo, usar la bicicleta, tomar la costumbre de caminar luego de la jornada laboral y antes de sentarse a ver televisión tomando mate y comiendo bizcochitos.

Los trabajos científicos que abordan el tema de la prevención de la diabetes y otras enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), nos dicen que se requieren 150 minutos por semana de movimientos físicos, o cuatro días de 40 minutos. Así de simples, estas medidas se revelan como efectivas.

Claro que cada uno de nosotros debería tomarlo como PRIORIRDAD, con lo cual al cambiar su historia de vida aleja la amenaza de estas ECNT.

Existe una relación directa entre el sobre peso y la obesidad y estas enfermedades.

Hoy, se está cambiando en la alimentación hacia los alimentos naturales que son los que recomendamos a nuestros pacientes. Los que deben evitar los alimentos envasados que cargan con nutrientes no saludables con el exceso de azúcares, sal y grasas. Estos alimentos ultra - procesados son los que primero hay que evitar ya que predisponen al sobrepeso, con los que se dan cambios metabólicos que inciden en la aparición de las ECNT, sobre todo en quienes además ya tiene predisposición genética a contraerlas.

En esto debemos aclarar que, con estas medidas saludables, aun teniendo predisposición genética, se puede alejar en el tiempo la irrupción de estas enfermedades, lo que significa un gran paso en la preservación del estado saludable.

¿Qué pueden hacer ustedes con los pacientes cuando nos mentimos y nos damos explicaciones y no cambiamos los hábitos poco saludables sabiendo que lo son?

Con lo que hablamos con el paciente no nos alcanza a los médicos. Lo que debe hacer la sociedad en su conjunto, es educarse en prácticas saludables, control sobre la industria alimentaria, promover y facilitar actividades físicas al aire libre. Generar el cambio cultural que tanto nos cuesta; hasta hay empresas que dentro de las mismas han adecuado espacios para destinarlos a gimnasios, imparten clases de yoga y otras actividades concurrentes hacia el cambio saludable”.

Tenemos que RE PENSARNOS como sociedad. Si lo limitamos a la esfera del consultorio los cambios van a ser insuficientes.

Partimos de la base que estos cambios son muy difíciles para cada individuo.

La sociedad debe invertir en salud y ayudar a todos sus integrantes, a incorporar nuevos y saludables hábitos.

Hoy se habla de “EMPODERAR” al paciente para que junto al médico gestione su propio estado de salud. La sociedad debería acompañar este esfuerzo individual para hacerlo efectivo.

*Roberto Parodi es médico, especialista en Clínica Médica, expresidente de AMIR, Asociación de Medicina Interna Rosario y Profesor de Clínica Médica en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR