La incapacidad mundial para hacer frente a la crisis climática, concebida por Unicef como "la mayor amenaza de esta generación", dio lugar a una crisis de los derechos de la infancia que está poniendo en peligro el derecho fundamental de todos los niños y niñas a la salud y el bienestar, según detallaron en un informe elaborado en noviembre de este año. Además, en América Latina y el Caribe (ALC), alrededor del 96,8% de los fondos climáticos no están respondiendo a las necesidades de la niñez.

Cada año que pasa los efectos se acumulan: millones de desplazados de sus hogares, olas de calor, sequías e inundaciones que desatan el caos, interrupciones en la educación y enfermedades que son cada vez más endémicas.

"Pero la política y la financiación climáticas, la cobertura mediática y la narrativa mundial sobre el cambio climático se desentienden con demasiada frecuencia del hecho de que los cuerpos y las mentes de los niños y niñas son especialmente vulnerables a la contaminación, las enfermedades mortales y el clima extremo", agregaron.

En 2021, UNICEF publicó su Índice de Riesgo Climático para la Infancia. Fue la primera vez que se expuso la amenaza que el cambio climático supone para los niños y niñas mediante la descripción de ocho crisis climáticas y medioambientales. El índice mostró que casi la mitad de los niños y niñas del mundo (1.000 millones) viven en países clasificados como de riesgo extremadamente alto, "una cifra que empeorará si se aceleran las repercusiones del cambio climático".

Índice de Riesgo Climático

Según el informe, Unicef detalló que:

-En la actualidad, 559 millones de niños y niñas están expuestos a una frecuencia elevada de
olas de calor
, cifra que aumentará hasta los 2.020 millones de niños y niñas en todo el mundo
en 2050.

-En los últimos seis años se produjeron 43 millones de desplazamientos internos infantiles relacionados con catástrofes meteorológicas, lo que equivale aproximadamente a 20.000 desplazamientos infantiles al día.

Este informe examina otro problema fundamental para la infancia que probablemente empeorará debido al cambio climático: la escasez de agua y la vulnerabilidad hídrica. "La falta de agua potable, saneamiento e higiene es un factor destructivo en todos los aspectos de la vida de un niño", señalaron.

Más de 730 millones de niños y niñas están expuestos a una escasez de agua elevada o extremadamente elevada y 436 millones viven en zonas con una vulnerabilidad hídrica elevada o extremadamente elevada.

A pesar de que estas repercusiones son muy claras, las necesidades de los niños y niñas han quedado relegadas a un segundo plano. "Nos desentendemos de ellas por nuestra cuenta y riesgo", advirtieron.

La colaboración resulta fundamental

Hacer frente a esta crisis planetaria de la infancia requiere un movimiento mundial basado en la colaboración. Este año, Unicef puso en marcha el Plan de Acción para la Sostenibilidad y el Clima

"El compromiso de nuestra organización de impulsar los esfuerzos globales destinados a colmar las lagunas mundiales con el fin de proteger a los niños y niñas más vulnerables", concluyeron.

 

Fuente: Unicef.