Hace unos meses un controvertido estudio afirmaba que era innecesario modificar la dieta y reducir el consumo de carnes, especialmente las rojas y procesadas, porque no parecía haber una relación entre su consumo y algunas enfermedades. Pero ahora, un nuevo estudio y realizado en casi 30.000 personas, y cuidadosamente diseñado, sí vincula el consumo de carne roja y procesada con un riesgo ligeramente mayor de enfermedad cardíaca y muerte, tal como menciona el portal abc.es.

Los investigadores de la Universidad Northwestern y la de Cornell (EE.UU.) han comprobado que el consumo de dos o más porciones de carne roja, carne procesada o aves de corral a la semana se relacionaba con un riesgo de enfermedad cardiovascular de un 3 a 7% mayor, mientras que comer dos porciones de carne roja o carne procesada, pero no aves o pescado, semanalmente se asoció con un riesgo un 3% mayor de todas las causas de muerte.

“Se trata de un riesgo bajo, pero vale la pena intentar reducir nuestro consumo de carnes rojas y procesadas”, afirma la autora principal del estudio, Norrina Allen, que recuerda que el consuno de este tipo de carne también se relaciona con otros problemas de salud, como el cáncer.

Según el investigador principal del estudio, Victor Zhong “hacer cambio en el consumo de estos alimentos ricos en proteínas animales puede ser una estrategia importante para ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte prematura a nivel poblacional”.

Entonces, ¿qué deberíamos comer? Pescado, mariscos y, en general, fuentes de proteínas de origen vegetal, como las nueces y las legumbres, incluidos los frijoles y los guisantes, son excelentes alternativas a la carne, comenta la coautora del estudio, Linda Van Horn.

Fuente: abc.es