El 20 de junio se celebró el Yellow Day. Una fecha que cada vez cobra más popularidad y que se conoce como el día más feliz del año. El amarillo es, en el ámbito de la psicología de los colores, el color de la felicidad y además este año eclipsó al que según Pantone sería el color del 2018: el ultravioleta, que vió como esta tonalidad, en todos sus matices, protagonizó muchos looks inesperados. Del amarillo pastel al intenso #GenZYellow, las invitadas con más likes de Instagram saben cómo sacar partido a este color que no necesita complementos.

Un color neutro por definición es aquél que no compite con otros. Es completamente neutral, no se “pelea” cuando lo combinamos con los demás colores, especialmente los muy estridentes, ya que por sí solos no generan ninguna emoción, al contrario por ejemplo que un verde césped o un morado. Los neutros no son una prenda en sí, sino una categoría de básicos, que es importante tener a mano precisamente para poder combinarlos dentro de un outfit que pide a gritos un color que compense un rojo muy intenso o un azul Klein: beis, gris, blanco y negro suelen considerarse colores neutros puros, aunque también todos aquellos que estén mezclados con ellos. Por ejemplo, un rojo que tira a gris o que se acerca a un pastel o un crema. Todos neutros.

 

El amarillo es uno de estos colores “mágicos”, apto para morenas, rubias, pelirrojas y de pieles oscuras o claras. Precisamente porque tiene el potencial de funcionar como un neutro, el amarillo no sólo combina con todo sino que también favorece a casi todas las complexiones.

Repasamos algunos de los estilismos de invitada más inspiradores de la temporada para convencerte de que el amarillo puede resultar tan estiloso como el negro, color asociado a lo largo de la historia de la moda a la sofisticación y elegancia:

 

1- Flecos y bordados

 

Un diseño amarillo con trasparencias, bordados y flecos, es perfecto para invitadas que no quieren invertir en complementos ya que basta un zapato liso y un bolso discreto para completar el conjunto. El pelo recogido, que deja al descubierto la espalda, es otro acierto a tener en cuenta si se escoge una propuesta con escote posterior.

 

2- Dos piezas

 

El amarillo mostaza es uno de los colores que más favorecen a las pieles oscuras y las dos piezas son la alternativa más original y elegante a los clásicos vestidos y monos.

 

3- Pastel

 

Para quienes prefieran mantenerse en la seguridad de los colores neutros, la opción más sobria la encontrarán en las propuestas amarillo pastel.

 

4- #GenZyellow

If you haven’t let this color consume your being yet, are you even a millennial?

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El concepto amarillo #Genzyellow fue concebido para hacer alusión a la tonalidad amarilla intensa que la pasada temporada comenzamos a ver en los looks de street style de las modelos, estilistas y editoras más jóvenes. La generación Z dio un salto para conquistar a generaciones mayores con propuestas de invitadas muy innovadoras.

 

5- Mezcla de color

 

El mix amarillo y negro se repite en muchos conjuntos de invitadas vistos en Instagram. Esta dualidad cromática juega con los contrastes de color para crear looks inesperados no siempre fáciles de llevar pero pensados para invitadas que, sin dejar a un lado los diseños clásicos, buscan innovar con sus propuestas.

 

6- Boda de día

 

Para una celebración bajo el sol dejá a un lado los colores apagados y abrazá la luz que el color amarillo proporcionará a tu look, llevándolo incluso con sneakers.

 

7- Invitada informal

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Si tenés una boda íntima con un dress code relajado e informal, combiná dos piezas amarillas de diferente intensidad.

 

El tip definitivo: comenzar experimentando con él, añadiéndolo poco a poco a looks más apagados que ya tengas en tu catálogo personal de outfits del día a día, para ir poniendo notas de color vibrante a un conjunto dominado por el gris, o por el blanco y negro. Una vez que tengas este look dominado, podés probar a invertir los roles y hacer del amarillo la tonalidad principal. El paso definitivo: combinar varios colores brillantes en un mismo look, haciendo que el amarillo haga las veces de neutro al ponerlo al lado de un azul o un rojo muy intenso, con una nota de blanco.