El denominado "greenhushing", en español traducido como "silencio verde" o "ecosilencio", resulta un gran problema en la actualidad, sobre todo en lo que respecta al cambio climático y cuidado del medioambiente.

El concepto alude a cuando una firma toma en cuenta determinadas medidas de cuidado medioambiental en sus procesos de trabajo, pero no los comunica al momento de vender y crear estrategias de marca por miedo a no estar aplicando correctamente dichas medidas y, por ende, ser denunciados

Greenhushing

La situación comenzó a incrementarse a partir de que, desde distintas organizaciones y asociaciones medioambientales, comenzaran a fomentarse nuevas regulaciones para aquellas firmas que se autoproclaman "ecofriendly", sobre todo haciendo hincapié en las que así lo hacían pero no cumplían con los requisitos para realmente serlo.

En este sentido, desde la Unión Europea solicitan que, si una firma menciona ser "sostenible", "responsable" o "respetuosa con el medioambiente" al anunciar sus productos, debe comprobar oficialmente cómo es que el producto cumple con dichas cuestiones, evitando así la publicidad engañosa. De hecho, a partir de 2024, la Directiva de Alegaciones Verdes entrará en vigor para revisar que cualquier alegación medioambiental que hagan las marcas tendrá que estar respaldada por pruebas científicas.

El greenhushing en la industria de la moda

Según un estudio de Changing Markets Foundation en 2022, aproximadamente un 60% de las afirmaciones ecológicas realizadas por 12 grandes marcas del Reino Unido y Europa no contaban con el fundamento correcto o eran engañosas.

A su vez, un estudio de la Comisión Europea de 2020 reveló que una cuarta parte de las alegaciones medioambientales engañosas procedían de la industria de la moda. Es por ello que se solicita continuar fomentando el cuidado medioambiental pero con la responsabilidad que esto conlleva.