A más de dos meses de la muerte de la legisladora porteña y periodista Débora Pérez Volpin, quien falleció cuando se le practicaba una endoscopía, perdura el miedo y preocupación ante la indicación de realizarse dicho estudio.

El caso Pérez Volpin

El 5 de febrero, Pérez Volpin acudió a La Trinidad porque tenía un dolor abdominal y luego de estudios previos se le indicó una endoscopía para el día siguiente, por lo que permaneció internada, según las actuaciones judiciales. Durante el procedimiento, la periodista se descompensó sin que pudiera ser reanimada, por lo que murió a las 18.15 del 6 de febrero.

Informe autopsia:

Confirmó que se trató de muerte violenta, en relación directa con una perforación del esófago durante la endoscopia.


 

¿Qué es una Endoscopía Digestiva?

La endoscopia digestiva alta es un examen que tiene como objetivo diagnosticar y tratar algunas de las enfermedades más comunes del sistema digestivo superior. La endoscopia digestiva se hace con un aparato llamado de endoscopio, un largo y fino tubo flexible que posee una cámara en su extremidad, permitiendo que el interior de los órganos digestivos sean filmados. Los endoscopios actuales tienen alta definición de imagen y pueden filmar en HDTV.  El aparato también es capaz de aspirar e inyectar agua para limpiar secreciones que puedan dificultar la visualización directa de la mucosa del esófago, estómago o duodeno.

La endoscopia digestiva no sirve solo para ver y filmar el interior del esófago, estómago y duodeno, también puede ser usada para realizar biopsias y tratamiento de algunos problemas, como úlceras o várices sangrantes.

La endoscopía generalmente se tolera bien, se coloca un anestésico local en forma de spray o gel en la boca minutos previos al procedimiento. Si su médico lo considera conveniente puede indicarle alguna técnica anestésica administrada por un médico anestesiólogo con el objeto de brindar confort al paciente, facilitar las maniobras del médico endoscopista y permitir una excelente tolerancia al estudio.

Indicaciones/ Contraindicaciones

La endoscopia es la técnica de elección cuando sospechamos patología en el tracto digestivo superior, teniendo numerosas indicaciones tanto diagnósticas (urgentes y electivas) como terapéuticas. La única contraindicación absoluta es la negativa del paciente a su realización y existen contraindicaciones mayores y menores.

Complicaciones de la Endoscopía:

Aunque la tasa de complicaciones es muy baja, alrededor del 0,25%, la endoscopia digestiva alta no está exenta de ellas como cualquier técnica invasiva.

Dado que con frecuencia estas exploraciones se practican en pacientes con enfermedades graves o muy ancianos, hay que tener especial precaución con la sedación/anestesia que se les administra, y es muy importante que el personal que realice esta sedación/anestesia esté formado en resucitación cardiopulmonar, preferiblemente avanzada y que se disponga de material para monitorizar y tratar a los pacientes en el caso de que surja algún problema. Es muy importante conocer estas posibles complicaciones para, en el caso de que se produzcan, diagnosticarlas precozmente para instaurar un tratamiento adecuado lo antes posible.

Pueden aparecer las complicaciones que enumeramos a continuación:

Alteraciones cardiopulmonares

Perforación Complicaciones

Infecciosas

Hemorragia

Estenosis

Reacciones medicamentosas

Dolor/distensión abdominal

Rupturas dentales

Importancia de la comunicación en salud

La salud y mucho más la enfermedad siempre han cobrado una relevante importancia para la población general y los medios de comunicación se han hecho eco de ellas desde hace años.

Las noticias de salud tienen una enorme influencia sobre el comportamiento del público.

Los diagnósticos de los famosos tienen profunda influencia en el accionar de la gente. El público reconoce que los medios de comunicación constituyen su principal fuente de información en salud.

Mecanismos de influencia

Ayudan a cambiar las normas sociales.

Establecen la agenda para el cambio de políticas, las cuales cambian comportamientos.

Algunas historias de la vida real constituyen el punto de quiebre para promover un cambio de comportamiento en la población.

Primun non nocere (primero no hacer daño)

El denominado juramento hipocrático o “primum non nocere” es la norma más antigua de autorregulación del ejercicio de la medicina desde el seno de la propia profesión. Obliga ante todo al autocontrol, así como a la vigilancia a fin de evitar o paliar los efectos y las secuelas indeseables derivadas de la práctica médica.

Se refiere, entonces, al deber de los médicos de no causar daño, deber que se ubica como prioridad en la jerarquización de obligaciones éticas.

Se da por sentado que ningún médico tiene la intención de dañar. Más aún, el médico ha sido considerado “la segunda víctima” en los daños iatrogénicos, no sólo por el riesgo que implica exponerse a demandas y reclamos, sino porque tiene que enfrentar las culpas y remordimientos que un profesional responsable siente cuando percibe que perjudicó a su enfermo.

Pero aún el daño involuntario puede significar una responsabilidad ética en tanto que, por ejemplo, participen la falta de previsión y los errores evitables, no se diga la negligencia, ignorancia o fraude. Colocar este compromiso “sobre todo”, “antes que nada” y “primero que nada” hace énfasis en lo paradójico que resulta que una profesión que tiene el propósito de hacer el bien pueda resultar dañina, y que a veces resultaría preferible ni siquiera intentar hacer el bien si al hacerlo se pudiera generar daño.

En su interpretación más literal, el “primum non nocere” provocaría una parálisis operativa pues obligaría a evitar cualquier acción médica, dado que todas ellas tienen el riesgo de dañar. La potencialidad de hacer daño es inherente a la práctica de la medicina. De hecho, cada una de las acciones del médico tiene un efecto bueno y un efecto malo: la extirpación de un tumor puede salvar la vida pero produce dolor y a veces discapacidad y mutilación; todos los medicamentos tienen efectos adversos además del efecto benéfico.

Conclusión

Todo procedimiento invasivo en salud, por menor que sea, tiene un riesgo aparejado, sin embargo, las utilidades del mismo permiten salvar vidas a diario.

Ante el miedo y la negativa a realizarse un estudio como método complementario, se privaría de la posibilidad de contar con una herramienta sustancial para ayudar a resolver un problema.

Este ejemplo, sirve una vez más, para evaluar la importancia que tienen los medios de comunicación en la opinión de la población, función que no debe sobrepasar a la competente a organismos de salud pública o la consulta con un profesional idóneo.

Por último, remarcar el valor que tiene la solicitud de estudios complementarios guiados por un juicio racional, apoyado en la evidencia científica, balanceando siempre los riesgos y los beneficios del mismo y con el consentimiento informado de la persona que va a ser intervenida.