El 21 de agosto se celebra el Día de la Futbolista Argentina, una fecha que rinde homenaje a las mujeres que, con esfuerzo, pasión y resiliencia, han forjado el camino del fútbol femenino en el país.

Este día, oficializado por la Ley 27.596 sancionada en diciembre de 2020, conmemora un hito histórico: el 21 de agosto de 1971, cuando la selección femenina de Argentina, conocida como “Las Pioneras”, derrotó 4-1 a Inglaterra en el Estadio Azteca de México, durante el II Campeonato Mundial de Fútbol Femenino, un torneo no reconocido oficialmente por la FIFA, pero que marcó un antes y un después para el fútbol femenino argentino.

La hazaña de Elba Selva y Las Pioneras

En 1971, un grupo de 17 jugadoras argentinas viajó a México para participar en el segundo Mundial de Fútbol Femenino, organizado por la Federación Internacional y Europea de Fútbol Femenino (FIEFF). Sin apoyo económico ni institucional de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), estas mujeres, apodadas “Las Pioneras”, enfrentaron enormes desafíos.

No contaban con entrenador, médico, botines ni camisetas oficiales; incluso, tuvieron que realizar actividades como ventas y sorteos para costear su viaje y estadía. El 21 de agosto de ese año, en el mítico Estadio Azteca, Argentina logró una victoria histórica frente a Inglaterra, con un contundente 4-1.

La protagonista indiscutida fue Elba Selva, una delantera de 26 años que marcó los cuatro goles del encuentro, consolidándose como una figura clave en la historia del fútbol femenino argentino. Este triunfo, el único de Argentina en ese certamen, fue un símbolo de resistencia en un contexto donde el fútbol femenino era completamente amateur y enfrentaba prejuicios machistas.

El equipo estaba compuesto por jugadoras como Marta Soler, Carmen Brocoli, Ofelia Feito, Teresa Suárez, Zunilda Troncoso, Zulma Gómez, Eva Sembezis, Angélica Cardoso, Betty García, Blanca Brocoli, Dora Gutiérrez, María Esther Ponce, María Fiorelli, Virginia Cattaneo, María Bowes, Virginia Andrada y Susana Lopreito.

Muchas de ellas, como Elba, que trabajaba en una fábrica de alambres y era madre de un niño de dos años, combinaban su pasión por el fútbol con trabajos y responsabilidades familiares.

Un contexto de lucha y adversidad

En la década de 1970, el fútbol femenino en Argentina no solo carecía de apoyo, sino que enfrentaba un entorno hostil. Las jugadoras eran blanco de insultos machistas, como “marimacho”, y debían lidiar con la falta de infraestructura, desde uniformes hasta campos de entrenamiento. Como relató Betty García, exlateral derecha de Las Pioneras, “nos gritaban cosas, pero cuando empezábamos a jugar se callaban”. A pesar de estas adversidades, su amor por el fútbol las llevó a romper barreras y a sentar las bases para las generaciones futuras.

El Mundial de 1971, en el que Argentina finalizó en cuarto lugar tras perder contra México, Dinamarca e Italia, no fue reconocido por la FIFA, pero atrajo a miles de espectadores y marcó un hito en la visibilización del fútbol femenino. Las jugadoras argentinas, sin recursos, jugaron con uniformes prestados por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y entrenaron en un predio cedido en Ituzaingó.

La institucionalización de la fecha

El Día de la Futbolista Argentina comenzó a gestarse en 2019, cuando la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires estableció el 21 de agosto como una fecha conmemorativa. Sin embargo, no fue hasta noviembre de 2020 que el Congreso Nacional, mediante la Ley 27.596, oficializó la celebración a nivel nacional, con el objetivo de visibilizar los torneos femeninos, a sus jugadoras y sus demandas laborales y deportivas.

Esta ley no solo honra la gesta de 1971, sino que también reconoce la lucha continua por la igualdad de género en el fútbol. En palabras de la exfutbolista Betty García, en una vieja entrevista, “recuperar la historia es el motor, el que genera identidad y te explica más o menos de dónde venís, quién sos y a dónde vas”.

La labor de Lucila Sandoval, exarquera y fundadora del grupo Pioneras del Fútbol Femenino Argentino, fue clave para rescatar estas historias y visibilizar a las jugadoras de las décadas de 1950 a 1990.

Hoy, el fútbol femenino en Argentina experimentó un crecimiento notable, con la semi-profesionalización de la liga local y una mayor visibilidad en torneos internacionales. Sin embargo, la fecha del 21 de agosto también sirve como un recordatorio de los desafíos pendientes, como la igualdad salarial y el acceso a mejores condiciones de entrenamiento y competencia.

En este 21 de agosto de 2025, Rosario y toda Argentina celebran a las futbolistas, desde Las Pioneras hasta las nuevas generaciones, que siguen pateando prejuicios y escribiendo la historia del fútbol femenino con orgullo albiceleste.