En la era de la imagen, de la velocidad, de los memes, el debate por la Constitución de Santa Fe puso en primer plano el peso que tienen las palabras. Lo no dicho, lo no reconocido, queda fuera, marginado. Al menos así lo sienten los grupos de minorías que reclaman por derechos y por un espacio en igualdad de condiciones dentro de la sociedad.

A diferencia de una herramienta puntual, como por ejemplo el “voto migrante” que reclaman las distintas colectividades de extranjeros residentes en la provincia, algo que se definirá en la sesión de este jueves (justo el Día del Inmigrante), los afrodescendientes y las minorías sexuales exigen que el texto de la carta magna los incluya de forma específica.

El Bloque Antirracista de Rosario llamó a los convencionales a escucharlos: “La última esperanza de ser reconocidos por el Estado está en el capítulo destinado a las medidas de acción positiva”.

Ese punto está, hasta ahora, redactado de la siguiente manera: “La provincia reconoce la existencia de desigualdades estructurales que limitan el pleno goce de los derechos de las personas. Se compromete a adoptar medidas de acción positiva para reducir sus efectos negativos y garantizar las condiciones de igualdad y no discriminación”.

En la enumeración por puntos, el f dice: “La preexistencia y persistencia étnica y cultural de los pueblos originarios y sus comunidades”. Otros miembros de la comisión de derechos y garantías propusieron: “La preexistencia y persistencia étnica y cultural de las comunidades y pueblos originarios”.

Sin embargo, el colectivo antirracista insiste “en ser reconocidos como comunidades afrodescendientes, ya que con ambas redacciones seguimos invisibilizados y sin ningún tipo de reconocimiento, perpetuando el proyecto histórico de exterminio de las personas afrodescendientes”.

“Nombrar es reconocer”

 

Desde la Coordinadora Orgullo Rosario, también entienden que la falta de mención es una forma de esconder o perpetuar prejuicios. “Alertamos que, de aprobarse el dictamen de mayoría de la Comisión de Declaraciones, Derechos y Garantías en su versión actual —donde se habla solo de “las diversidades” sin especificación alguna— nuestra comunidad quedaría invisibilizada”, señalaron.

“Esta omisión dificultaría el acceso a la justicia y a la protección legal para quienes sufrimos discriminación por nuestra orientación sexual o identidad de género”, remarcaron desde el grupo integrado por más de 40 organizaciones sociales, culturales, partidarias, equipos deportivos, sindicatos, personas que trabajamos en la salud y la educación, así como activistas y militantes independientes de la diversidad sexual.

Según datos recientes de la Federación Argentina LGBT, entre enero y junio de 2025 se registraron 100 crímenes de odio, lo que implica un alarmante aumento del 70% en comparación con 2024.

El reclamo a la Convención Reformadora de la Constitución de Santa Fe es la incorporación explícita de la expresión “diversidad sexual” en el artículo referido a acciones positivas y protección integral contra la discriminación. Y cierran el comunicado: “Nombrar es reconocer, y reconocer es proteger. Confiamos en que esta Convención sabrá estar a la altura de estos tiempos y de la historia provincial”.

“Santa Fe también es negra”

 

En su planteo, las comunidades afrodescendientes reconocieron el valor de generar una nueva Constitución, de incluir la perspectiva étnico-racial y en su caso reclamaron “medidas para combatir el racismo”.

También “promover políticas de comunicación respetuosas hacia las comunidades negras, el reconocimiento, valoración y difusión de las expresiones culturales de origen africano, afrodescendiente y de los pueblos originarios”, lo que incluye saberes ancestrales de salud, lingüísticas, espirituales e históricas. 

El último censo, realizado en el año 2022, registró 16.560 personas que se reconocieron como afrodescendientes o con antepasados negros o africanos. “Sin embargo –afirmaron–, activistas y organizaciones sociales sabemos que este número podría ser mucho mayor si existieran campañas de concientización, fortalecimiento identitario y políticas públicas que valoren la herencia africana aún presente en las diversas expresiones culturales del país”.

El comunicado recuerda que en los registros de la primera fundación de la capital provincial de Santa Fe aparecen personas esclavizadas que llegaron al territorio con los primeros colonizadores en el siglo XVI. Además, existe abundante documentación sobre el tráfico de esclavos que llegaban desde el puerto de Buenos Aires, Montevideo y Brasil. En Arroyo Leyes, se halló un asentamiento de esclavizados fugitivos y libertos a inicios del siglo XX. Allí se formó una comunidad en resistencia.

El reclamo conjunto en el Monumento el domingo pasado (Ig/Bloque Antirracista).

 

“Argentina ha vendido y promocionado, dentro y fuera del país, una imagen blanca y europea, promoviendo una limpieza étnica. Pero nosotras, nosotres y nosotros, afroargentinos y afrodescendientes, seguimos aquí, seguimos en la lucha por el reconocimiento de nuestros aportes en la construcción del país, que pagó con inmensa ingratitud todo el desarrollo adquirido gracias a la fuerza de nuestro trabajo”, sigue el texto.

La sesión de este jueves para terminar de redactar los artículos de la Constitución “es una oportunidad única de dar los primeros pasos para revertir siglos de marginación, olvido y borramiento, y ser reconocidos como una comunidad viva y en resistencia”. 

“La reforma constitucional puede ser un gran avance y un ejemplo para todo el país, tal como lo fue la constitución nacida aquí en 1853, que abolió la esclavitud. Llevamos 172 años de espera para que se nos reconozca. No podemos seguir esperando”, dicen y cierran: “Argentina también es negra. Santa Fe también es negra”.