“Tanto la señora Leda como el grupo Soplo de Dios siguen sin tener autorización para realizar acciones pastorales. Cualquier actividad que realicen en este sentido no cuentan con el aval del Arzobispado de Rosario”. Así de simple y concisa fue la respuesta de monseñor Eduardo Martin a la pregunta de Radio 2 y Rosario3 sobre la actual situación de la líder espiritual dentro de la iglesia Católica local, luego de que la mujer expusiera su intención de regresar bajo su ala.  

Ni una coma más, ningún motivo, tampoco una explicación de por qué no hubo ninguna modificación en el vínculo entre el movimiento y la cúpula eclesiástica a lo largo del año que transcurrió desde que el Arzobispado le retirara su apoyo. Fue en septiembre de 2024, al conocerse que la referente espiritual, a la que se le asignan trasnformaciones corporales y espirituales, promocionaba una serie de eventos con la presentación de sus canciones y en el mismo show artístico la imposición de manos que Martin emitió un comunicado en el que informó: “Se suspende cualquier actividad pastoral realizada en nombre de la Iglesia Católica por parte del grupo".

 Leda impusló una carrera musical religiosa con numerosas presentaciones en teatros.

Por entonces, el sacerdote reconocía que en el grupo de fe de Leda Bergonzzi “se advierten signos positivos y a la vez significativos elementos que necesitan ser purificados para que resplandezca la obra de Dios”. Y en este contexto, determinó que “hasta tanto no se avance en este proceso de purificación y cumplimiento de las indicaciones oportunamente dadas, prudencialmente se suspende cualquier actividad pastoral realizada en nombre de la Iglesia Católica por parte del grupo Soplo de Dios viviente".

Por un tiempo, las reuniones fueron suspendidas, pero retornaron enseguida, con una impronta muy parecida a las que solían congregar a miles de personas en la ex Rural de Rosario –asistían figuras reconocidas en el mundo del espectáculo y el deporte del país y medios internacionales hablaban de un fenómeno espiritual–. A pesar del peso del documento de la Iglesia local, Leda siguió presentándose en diversos lugares del país y apostó con fuerza a su carrera musical, presentándose en teatros en los que se repetía la dinámica de oración cantada y bendiciones a los presentes.

 Leda fue invitada a la Mesa de Mirtha Legrand.

Idas y vueltas

La relación de Leda y su grupo Soplo de Dios Viviente con la estructura eclesiástica ha sido controvertida. De hecho, las convocatorias multitudinarias comenzaron cuando el párroco de la catedral de Rosario les pidió que dejaran de realizar sus encuentros los días martes en la parroquia más relevante de la ciudad. Corría el mes de junio de 2023, cuando la comunidad religiosa se quedó sin un espacio físico en el que congregarse.

Ante esta situación, y bajo el férreo respaldo de la máxima autoridad eclesiástica, Gustavo Dimónaco, director del Sagrado Corazón, acogió a Leda en la capilla de la institución y durante semanas, miles de personas hicieron enormes filas para acudir a los encuentros. A partir de entonces, el fenómeno religioso fue creciendo, reuniendo a más y más fieles. El nombre de Leda traspasó las fronteras del país y hasta el Washington Post escribió sobre ella.

 Leda dando sus bendiciones en la Catedral de Rosario (Archivo/Rosario3)

En julio de ese año, llegó una muestra contundente de apoyo del arzobispado de Rosario, que respaldó su accionar y avaló la continuidad del grupo a través de un comunicado, bajo el título “Orientaciones pastorales relativas a la oración para obtener de Dios la curación”. El texto sostenía a la práctica de la oración como un vehículo para obtener de Dios la curación, e invitaba a recordar “consideraciones doctrinales que son el espíritu que fundamenta y vivifica las disposiciones vigentes”.

En septiembre de 2023, el Arzobispado de Rosario volvió a referirse a Leda Bergonzi y a las sanaciones que se le adjudican. La Iglesia Católica explicó entonces de qué se trataba su acción espiritual y aseguró que apoyaba y acompañaba el fenómeno de fe.

Este fenómeno religioso que se ha expandido en estos meses es un fenómeno que se da dentro de la Iglesia Católica. Dentro de la Iglesia hay diversas expresiones, grupos, etc. Uno de esos grupos, de carácter carismático, es la comunidad "Soplo de Dios viviente". Está configurada como un grupo de oración y evangelización. Esta comunidad viene desarrollando sus actividades desde hace unos ocho años; siempre acompañada por un sacerdote del clero diocesano de Rosario”, comienza el escrito.

Leda en una oración cantada en la catedral de Rosario (Archivo/Rosario3)

“En las primeras comunidades cristianas, como es el caso de la comunidad de Corintio, el Espíritu Santo derramaba dones y carismas para la edificación de la Iglesia, para el servicio del bien común de la obra evangelizadora. Para ello basta consultar la Primera carta a los Corintios capítulos 12 al 14. En esos párrafos de la Sagrada Escritura, entre otras cosas, dice: «A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad.»(Cf. I Cor 12,7-11) (a cualquier miembro de la comunidad, sea varón o mujer)”, continúa el texto.

El Arzobispado local aseguró que “dentro de la comunidad Soplo de Dios viviente, se comenzaron a experimentar algunos de estos carismas, en particular en la persona de la Sra. Leda Bergonzi”. En ese sentido, indicaron: “La Iglesia de Rosario, viendo los frutos buenos que produce en mucha gente, acompaña este fenómeno para ir discerniendo la profundidad y solidez del mismo”. El texto también refería a la intervención de sacerdotes en las reuniones y la necesidad de evaluar en el tiempo el alcance de los testimonios sobre “milagros”.

Sin embargo, en enero de 2024, la Iglesia puso límites, a raíz de las declaraciones de Leda sobre el cáncer desde Chile. El Arzobispado local señaló que se vio obligado a pronunciarse “ante la repercusión de las declaraciones que la sra. Leda Bergonzi ha realizado a la prensa en Chile y que han tenido repercusión no sólo en el vecino país sino también en el nuestro, acerca de que el origen del cáncer está vinculado a la falta de perdón por parte de quien lo padece”.

En un texto que lleva la firma de monseñor Emilio Cardarelli, se expresa que la “visión cristiana del hombre tal como está expresada en el texto que precede a éste nos habla de que el hombre es una unidad bio-síquico-espiritual y que, por lo tanto, hay enfermedades espirituales que pueden afectar lo síquico o lo orgánico”.

 Leda en Chile.

“Lo anterior en modo alguno permite dar el salto para avalar la afirmación de la señora Bergonzi acerca de la causa del cáncer. Dado que, como nos enseñó el Papa (Joseph) Ratzinger, la fe es amiga de la inteligencia, tenemos en cuenta que la ciencia hoy indica que no hay una única causa que lo provoque y menos aún que la misma sea sólo de carácter emocional”, sostuvo la autoridad de la Iglesia rosarina.

En consecuencia las expresiones de la Sra. Bergonzi acerca del origen del cáncer son de su exclusiva responsabilidad y no se corresponden con la enseñanza de la Iglesia en dicha materia”, añadió el comunicado.

Leda siguió adelante a pesar de esta polémica. Ya sin la ex Rural como lugar de encuentro, pasó al salón Metropolitano y terminó en el sindicato de Recolectores, a la vez que impulsaba su carrera de música religiosa con presentaciones en teatros y la difusión de videos.

Volver

No tengo en claro bien qué es lo que me pide la Iglesia. Todos esperamos esa respuesta. Estamos a la espera”, declaró Leda sobre el pedido de tomarse un tiempo de “purificación” de parte del Arzobispado. “Se nos puede haber dicho en algún momento que el tiempo iba a demostrar si esto era fecundo, en el resistir. Yo puedo pensar un montón de cosas, pero en realidad lo único que hice fue seguir adelante, preguntarle a Dios qué era lo que quería de nosotros como comunidad. Y bueno, las puertas se fueron abriendo y seguimos adelante porque es muy grande la obra. Son muy lindos los signos que vamos recibiendo. Eso nos impulsa y no nos detiene”, apuntó.

Más allá de la distancia, la mujer admitió su deseo de volver a contar con el apoyo de la cúpula católica. “Espero en Dios, espero este tiempo. Sé que todo esto va a pasar, que esto va a volver y que vamos a estar. También siento que esta es mi iglesia”, confió.