Un tribunal condenó a 18 años de prisión a un hombre que fungía como matón de un búnker del oeste rosarino por el asesinato arbitrario de un consumidor. El caso data de agosto de 2022, año en el que se registró el techo histórico de homicidios en el departamento Rosario, con 290 casos.
El condenado este miércoles por los jueces Mariano Aliau, Carlos Leiva y Gonzalo Fernández Bussy es Brian Damián “Cogote” Benítez, de 29 años, hallado responsable de haber matado a tiros a Alejandro Andrés Tourn, de 28, un joven oriundo de Pérez que no estaba involucrado en actividades delictivas. Al momento del hecho, Benítez se encontraba en libertad condicional.
Tourn fue asesinado el 19 de agosto en Cerrillos al 3700, uno de los lugares más estragados por la violencia callejera y la venta de droga al menudeo en Rosario. Según la investigación, su único pecado fue haber ido a comprar droga a la canchita de Vía Honda, un potrero conocido como el Arco, mientras la plaza de venta se encontraba convulsionada.
El Arco fue definido por la acusación como “un terreno grande que se usa, en teoría, como cancha de fútbol, pero es un lugar desolado usado por bandas narco para vender droga”.
Según la acusación del fiscal Alejandro Ferlazzo, Tourn se dirigió a comprar droga a una boca de expendio conocida como “el búnker de Marilú”, en Cerrillos y Rivero, una de las tantas de la zona. Luego de la transacción, mientras estaba sentado en el auto, apareció de la nada Cogote Benítez y lo ejecutó.
Un testigo presencial señaló que Cogote se acercó al Duna, que estaba estacionado sobre Cerrillos al 3700, y que, pese a que desde el asiento del acompañante Tourn suplicó que no le dispararan porque no estaba haciendo nada, el homicida le descerrajó cinco tiros. Todo ocurrió alrededor de las 19.50.
Marilú es el apodo de Emanuel Alejandro Gauna, un transero conocido en la Vía Honda que recién fue detenido en agosto de 2025 por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y acusado en el fuero provincial. Su nombre resonó como uno de los personajes que regenteaban el negocio del narcomenudeo en ese asentamiento, junto con Máximo Ariel “Viejo” Cantero, patriarca de la banda de Los Monos; el peruano Julio Andrés Rodríguez Granthon; y Nelson “Pandu” Aguirre, todos privados de la libertad.
Cogote Benítez, uno de los matones que solía andar armado en el asentamiento, cayó en octubre de 2022 tras ser señalado por testigos reservados que lo responsabilizaron por el homicidio de Tourn.
Tres años después, los declarantes refrendaron el señalamiento ante el tribunal de juicio. La condena de 18 años se unificó en 22, ya que el acusado contaba con una pena previa de 5 años y 9 meses en el fuero federal. Esa sentencia, en realidad, vence en marzo de 2026, es decir, al momento del crimen estaba en libertad condicional.
La Vía Honda, como se conoce al asentamiento formado desde la década del 90 en torno de la vía del Ferrocarril Belgrano, en el rectángulo delimitado por Seguí, Avellaneda, Cisnero y Felipe Moré, fue escenario de ocho homicidios entre agosto y diciembre de 2022. Todos en un contexto de disputas entre bandas violentas dedicadas al narcomenudeo, en un territorio estragado por la pobreza.
En esos días comenzaba a aparecer la modalidad de “quemar” un búnker mediante el asesinato azaroso de consumidores o habitantes en las inmediaciones. Eso quedó patente dos días después del crimen de Tourn, con otro ataque con blanco cualquiera.
En la tarde del domingo 21 de agosto, un VW Gol Trend con cuatro ocupantes ingresó por el pasaje Cerrillos al 3900 y, tras dejar atrás El Arco, desde el interior del coche abrieron fuego a mansalva con tres pistolas.
Miguel Ángel Leiva, un vecino de 57 años, cayó al suelo producto de un impacto y, una vez allí, lo remataron de múltiples disparos en la cabeza. Los tiratiros, que usaron dos pistolas calibre 9 milímetros y una .40 S&W, dejaron una nota dirigida al narco Rodríguez Granthon: “Peruano, plantate. La mafia no perdona, gil”. Según una línea de investigación, familiares o integrantes de la banda del Peruano se encontraban asentados en esa villa del oeste. Por esa causa, dos tiratiros fueron condenados a prisión perpetua en agosto.