Las balaceras en Rosario son una historia que no tiene fin. Por el contrario, se trata de una problemática creciente, según refleja un informe emitido este jueves en el noticiero Telenoche (El Tres).

Los hechos se duplicaron este año. En agosto, señalaron desde el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), los “30 o 35” pacientes que ingresaban mensualmente con heridas de bala dieron “un salto” en agosto último y se duplicaron, con “60 o 65” registros.

“Hubo un cambio en la complejidad del paciente que llega”, advierte además el director del Heca, Jorge Bittar, en medio de una realidad que ya dejó 239 asesinatos en lo que va de este año, en su gran mayoría por enfrentamientos de bandas narco.

Las balaceras son siempre asociadas al mundo narcocriminal, a diferencia de las extorsiones sin balas”, separa Valeria Haurigot, fiscal de Balaceras de la ciudad.

Y analiza que “las personas privadas de la libertad ya tienen todo por perdido y eso con el acceso a celulares 24 horas es un combo explosivo”. Agrega que desde las cárceles se ve “la pérdida de expectativa a futuro sumada a la expectativa del presente de trabajar como home office porque la familia que está afuera sí necesita dinero para vivir bien”.

También reconoce que llevan un largo tiempo las investigaciones de estos hechos. Tiempo que va a contramano de la facilidad con la que los responsables se encargan de reponer sicarios o gatilleros -apenas una semana, dice Haurigot- en caso de que éstos resulten detenidos.

Por su parte, la jueza Hebe Marcogliese, que condenó a miembros de Los Monos, sostiene que “no podemos categorizarlo como estructuras definidas” porque “lo que caracteriza este fenómeno es la clandestinidad, son todas conductas en la ilegalidad”.

Es una sociedad muy violenta en todos los niveles, con chicos que llevan armas en la mochila a la escuela, donde todos los ciudadanos estamos expuestos”, añade la magistrada, y sobre las balaceras señala que “los ejecutores son chicos, algunos de 14 años, que encuentran como futuro y objetivo de vida ser tiratiros”.