Un doble crimen de la madrugada del 1° de octubre del año pasado en Uriburu y Las Palmeras, en jurisdicción de Pérez, tuvo un claro trasfondo vinculado al narcotráfico, según los indicios que ventiló el fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo en una audiencia imputativa este domingo, donde acusó a cuatro jóvenes sospechados por la brutal ejecución en la que murieron Dylan Valenti y Brian Molina.

Según expuso el fiscal, Jorge Andrés Castillo (27 años); Denise Castro (23); Sebastián Romano (25); y Alexis Zárate (18) fueron los encargados del doble asesinato. Todos quedaron en prisión preventiva efectiva por el término de ley, de acuerdo a la resolución de la jueza Valeria Pedrana.

Tres de los cuatro sospechosos fueron detenido el jueves pasado en avenida Pellegrini al 700, en el macrocentro de Rosario. En ese domicilio se incautó una pistola calibre 9 milímetros en el interior de un ropero.

En la escena del crimen se habían encontrado trece vainas servidas y un papel que decía “Con la mafia no se jode” junto con el dibujo de una corona.

El fiscal Ferlazzo aseguró que el imputado Castillo fue quien ideó el plan criminal para vengar la ejecución que había ocurrido horas antes en Fontana al 3100 (Nuevo Alberdi), donde cinco sicarios mataron de 69 balazos al presunto narco Julián Manuel Zanier, que se desplazaba en silla de ruedas. El cuerpo de ese joven tenía 32 orificios de arma de fuego.

La particularidad del crimen de Zanier, además del grado de violencia para una persona que estaba imposibilitada de escapar rápidamente, fue su casa. La fachada muy precaria no coincidía con el interior, donde había pisos de madera flotante, porcelanatos, un televisor de 70 pulgadas, una ducha escocesa, un Volkswagen Scirocco y una heladera costosa de doble puerta. Como dato de color, también había cuadros colgados del narco colombiano Pablo Escobar Gaviria y del personaje cinematográfico “Scarface” (Caracortada), que relata la vida de un gánster dedicado al narcotráfico, interpretado por Al Pacino.

Lo que expone el doble crimen es también que hubo una víctima “por las dudas”, ya que el fiscal aseveró que la venganza consistía en buscar y matar a Dylan Valenti, a quien creían involucrado en el homicidio de Fontana al 3100. Sin embargo, junto a él encontraron a Brian Ezequiel Molina, que nada tenía que ver, según la investigación. No obstante, a Molina lo asesinaron de tres disparos en pecho y en el rostro.

La decisión de darle muerte a Molina consistió, a criterio del funcionario del Ministerio Público de la Acusación, en “procurar impunidad” por el asesinato de Valenti, su compañero.

A Valenti, en tanto, lo asesinaron de cuatro tiros: dos en el pecho y dos en la cabeza.