Real Madrid vivió una nueva increíble noche de Champions League y eliminó a París Saint-Germain luego de estar dos goles abajo en la serie. El PSG, que había ganado la ida 1-0, se puso en ventaja con gol de Kylian Mbappé pero apareció un intratable Karim Benzema que anotó un hat-trick y le dio la clasificación al Merengue. 

Lionel Messi y Leandro Paredes fueron titulares y Ángel Di María ingresó desde el banco en el elenco de Mauricio Pochettino, que se quedó afuera en los octavos de final.

El equipo de los argentinos sufrió un golpe de nocaut con esta eliminación. Su objetivo más importante ya es parte del pasado y la prensa parisina se lo hará notar. A pesar de haber jugado un gran primer tiempo, los errores del complemento tiraron todo por la borda.

En la primera mitad, el equipo de Pocchetino aguantó los primeros minutos el asedio de los madrileños y después manejó a voluntad el partido. Con Mbappé como gran amenaza en la izquierda todo llevaba a pensar en una noche histórica para los franceses.

Así, llegó el primer gol. Mbappé escapó a toda velocidad, encaró a la defensa Merengue y remató al primer palo de Thibaut Courtois, que pudo hacer algo más. El París Saint-Germain disfrutaba en el Bernabéu y Messi era el armador de juego.

La cosa pudo ser más clara para los parisinos porque a Mbappé le anularon dos tantos por offside milimétricos, uno en el segundo tiempo, que pudo haber sentenciado la historia.

Sin embargo, todo se escapó en un abrir y cerrar de ojos. Donnarumma se entretuvo con la pelota, la perdió y Benzema marcó el empate en el Santiago Bernabéu. El Merengue quedaba a un gol de igualar la serie. Y lo fue a buscar.

La confianza de los parisinos decayó y el Madrid se transformó en un equipo arrasador. En el minuto 75, una contra de Vinicius pareció ensuciarse por su demora, pero Modric resolvió con una asistencia de crack. Benzema puso el 2-1.

Fue demasiado para los parisinos. Apenas sacaron del medio, un error en el fondo le permitió a Benzema liquidar el partido.

Ya no hubo fuerzas en el equipo de Messi y Paredes. Di María entró en los últimos cinco minutos. El Merengue se quedó con la clasificación porque le tiró la historia encima. Supo jugar una final y aprovechó los horrores del PSG.

El francés se transformó en la gran figura del partido en una ráfaga. (EFE)