Rosario Central empató 2-2 ante Tigre este viernes por la noche en Victoria por la segunda fecha de la Liga Profesional de Fútbol 2023. El equipo de Russo se puso en ventaja con un cabezazo de Komar, pero el Matador lo dio vuelta con gritos de Retegui y Colidio. En la última jugada del partido, el uruguayo Mallo decretó la igualdad con un cabezazo. 

Tras un comienzo de partido cuesta arriba y con el Matador jugando cerca del arco canalla y llevando peligro, en la primera réplica que tuvo, el equipo de Russo se puso en ventaja. Antes, en un par de ocasiones Servio tuvo que intervenir para salvar el cero, un anticipo de cuánto lo iban a exigir durante la noche. 

Malcorra jugó corto para Mac Allister y el volante central lanzó la pelota dentro del área, donde, entre muchas camisetas auriazules y del local, esperaba Komar. El defensor ganó de cabeza en el primer palo y la desvió al fondo del arco

El grito se le quedó atragantado a Central porque el asistente Germanotta levantó la bandera y señaló posición adelantada, pero la jugada fue rápidamente revisada por el VAR y se constató que el zaguero canalla estaba habilitado. 

Sin embargo, la felicidad le duró poco al conjunto de Russo. Porque en menos de un minuto, un centro desde la derecha de Blondel y un cabezazo de Retegui, máximo goleador de la temporada pasada y autor de dos tantos en la primera fecha de esta Liga, pusieron todo como al principio

El delantero le ganó en las alturas a Mallo y Komar y el arquero Servio, que salió a cortar el centro, quedó a mitad de camino. Por eso, el frentazo del nueve no tuvo oposición. Más allá de haber quedado marcado por esa salida en falso, el guardameta canalla volvió a responder con solvencia cuando el rival lo exigió y fue importante para sostener la igualdad en el primer tiempo.

En el complemento, Tigre salió decidido a controlar el balón y a jugar en campo contrario. Central se acomodó a ese formato, replegado y con la contra entre ceja y ceja como principal arma para lastimar. Pero otra falla de Servio le volvió a facilitar el trabajo al Matador.

Esta vez, el arquero dio rebote tras un remate de media distancia y la pelota le quedó servida a Colidio para tocarla al gol. Fue el 2-1 para el local y un golpe duro para el Canalla, que se había mantenido en partido ante un rival consolidado como equipo a partir del trabajo del entrenador Diego Martínez.

Después del segundo gol del Matador, Russo echó mano al banco de suplentes y mandó a la cancha a Véliz e Infantino, dos de los pibes que regresaron esta semana del Sudamericano sub-20 de Colombia. El técnico canalla observaba que su equipo no daba garantías en el fondo pero tampoco tenía potencia ofensiva. 

Con las variantes llegaron los pasajes más interesantes de Central, que tuvo un par de chances para empatar con sendos remates de media distancia de Martínez e Infantino, bien controlados por el guardameta rival. El Canalla tuvo una tercera oportunidad, muy clara, con un cabezazo de Quintana que tapó de manera magistral Marinelli.

Tanta búsqueda, aunque desprolija y a destiempo, porque el equipo reaccionó después del segundo golpe de Tigre al mentón, le devolvió un premio grande al Central de Russo en Victoria. En el sexto minuto agregado, en la última jugada de la noche, el uruguayo Mallo ganó de cabeza en el área rival y convirtió el empate canalla, cuando parecía que la derrota era inevitable. 

Todos los jugadores de Tigre le protestaron al árbitro por el tiempo, pero el gol del defensor charrúa era cosa juzgada, al igual que la igualdad auriazul en una cancha durísima y contra un rival exigente. Los de Russo no pudieron encadenar la segunda victoria en fila en el torneo, aunque salvaron la caída en el último suspiro y se volvieron con una sonrisa a Rosario.